Arte y alquimia en Düsseldorf

Periodista y crítico.
Nacionalidad: Uruguayo.
Lugar de residencia: Berlín.
El señor Tellechea se formó en la Universidad de la República Oriental del Uruguay y en la Escuela Latinoamericana de Periodismo. Reside en Alemania desde 1980 (primero en Bonn, y desde 1999 en Berlín) donde colabora con numerosos medios de comunicación de Europa, Estados Unidos e Iberoamérica.
El Museo Kunst Palast de Düsseldorf acoge en estos meses (del 5 de abril al 10 de agosto de 2014) una deslumbrante exposición titulada “Arte y alquimia – el secreto de la transformación” (catálogo editorial Hirmer Verlag/Múnich), en el marco de la tercera edición del gran festival de arte “Quadriennale” de esta ciudad a orillas del Rin.
Más de 350 obras de todas las épocas ilustran esta singular muestra, desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media, el barroco y el surrealismo hasta llegar al arte contemporáneo, cedidas por museos de Bélgica, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Israel, Italia, Liechtenstein, México, Países Bajos, Austria, Polonia, Suecia, Suiza y Estados Unidos.
¿Qué es?
En la historia de la ciencia, la alquimia es una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combina elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el misticismo, el espiritualismo y el arte.
Fue ejercida en Mesopotamia, el Antiguo Egipto, Persia, la India y China, en la Antigua Grecia y el Imperio romano, en el Imperio islámico y después en Europa hasta el siglo XVIII, en una compleja red de escuelas y sistemas filosóficos que abarca al menos 2.500 años.
La exhibición se centra en la fascinación que la alquimia ejercía y ejerce aún entre los artistas. Así, por ejemplo, Yves Klein, Rembrandt van Rijn, Jan Brueghel el Viejo, Max Ernst, Lucas Cranach el Viejo, Hendrick Goltzius, Rebecca Horn, Anish Kapoor, Sigmar Polke, Peter Paul Rubens, David Teniers el Joven o Joseph Beuys reclaman investigar exhaustivamente el secreto de la transmutación.
Rosacruces
En occidente, la alquimia ha estado siempre estrechamente relacionada con el hermetismo, un sistema filosófico y espiritual que tiene sus raíces en Hermes Trimegisto, una deidad sincrética grecoegipcia (el dios egipcio Dyehuty, Tot en griego, y el dios heleno Hermes) y legendario alquimista. Estas dos disciplinas influyeron en el nacimiento del rosacrucismo, un importante movimiento esotérico del siglo XVII (inspirado en la legendaria figura de Christian Rosenkreuz, quien vivió hacia 1380 en el sur de Alemania). En el transcurso de los comienzos de la época moderna, la alquimia dominante evolucionó en la actual química.
Hoy
Actualmente es de interés para los historiadores de la ciencia y la filosofía, así como por sus aspectos místicos, esotéricos y artísticos. La alquimia fue una de las principales precursoras de las ciencias modernas, y muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias químicas y metalúrgicas.
La quimera
Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular es citada con mayor frecuencia en historias, películas, espectáculos y juegos como el proceso usado para transformar plomo (u otros elementos) en oro. Otra forma que adopta la alquimia es la de la búsqueda de la piedra filosofal, con la que se era capaz de lograr la habilidad para transmutar oro o la vida eterna.
Artistas y alquimistas se caracterizan precisamente por su curiosidad, su disposición a superar fronteras, a incursionar en lo desconocido y a asumir para ello riesgos fundamentales. Ambos caminos y objetivos dan testimonio de soprendentes coincidencias y referencias.
Investigación
No sólo el deseo de explorar al mundo une a artistas y alquimistas. También el conocimiento sobre los materiales utilizados en el arte vinculaba a ambos grupos entre si, ya que en los inicios de la alquimia se encuentra el “arte del color”, practicado en los talleres egipcios.
La alquimia fue ejercida en lugares ocultos, pero a finales del siglo XVIII ya no era más una actividad marginal. Algunas personalidades como Paracelso, Isaac Newton y Johann Wolfgang von Goethe eran alquimistas. Otros eminentes alquimistas del mundo occidental eran Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino, Tycho Brahe, Thomas Browne, Ramon Llull y Parmigianino. Esta práctica protocientífica fue desbancada en la época de la Ilustración y mezclada con el ocultismo, la brujería y la superstición, hasta que experimentó un nuevo despertar con el psicoanálisis a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Muestra
La exposición se divide en dos áreas. Objetos premodernos, principalmente de los siglos XVI y XVII; y el arte de los siglos XX y XXI. En la época premoderna artistas y alquimistas no sólo aspiraban a imitar la naturaleza, sino incluso a perfeccionarla. Artistas y alquimistas concurrían entre si, como lo muestra el neerlandés Adriaen van Ostade en su cuadro del laboratorio de un alquimista frustrado que pretendía fabricar oro.
Muchas obras maestras exhiben una imagen positiva de la alquimia. Retratos de Rubens y David Teniers el Joven; tres ejemplares del “Splendor Solis”, manuscritos ricamente adornados sobre la historia de la alquimia; y cuadros alegóricos de Jan Brueghel el Viejo y Hendrick Goltzius. De este artista que también era alquimista se puede admirar el cuadro “Alegoría de las artes” en el que se muestra el singular encuentro entre los lenguajes pictóricos de la alquimia y el arte.
Newton
Por primera vez se expone en Europa un manuscrito original de Isaac Newton procedente de los fondos del Chemical Heritage Foundation de Filadelfia. Se trata de una receta secreta para conseguir la piedra filosofal que procedía del alquimista alemán Erasmus Rothmaler, quien experimentaba con diversos procesos de transmutación.
La legendaria sustancia (a partir de pirita de hierro, entre otros componentes) estaría dotada de propiedades extraordinarias, como la capacidad de transformar los metales vulgares en oro. Lamentablemente la idea nunca ha funcionado hasta ahora por vía química (aunque sí por la físico-nuclear, pero a muy alto costo económico y energético).
Crisis
A esta propiedad de transmutación se le adicionaban dos atributos: la provisión de un elixir de larga vida, al grado de conferir inmortalidad, mediante la panacea universal, para aniquilar cualquier enfermedad; y la dotación de omnisciencia: conocimiento absoluto del pasado y del futuro, del bien y del mal, lo cual explicaría también el adjetivo de filosofal (hasta el siglo XVIII a los científicos se les denominaba filósofos).
Si bien Newton probablemente nunca trabajó con la idea de conseguir oro, la receta alquímica pudo haber sido la causa de que su salud colapsara entre 1692 y 1693, período en el que sufrió una gran crisis psicológica que lo llevó a permanecer aislado por mucho tiempo, sin comer ni dormir.
En esa época sufrió depresiones y arranques de paranoia, típicos síntomas de un envenamiento con mercurio, principal ingrediente en la fórmula de Rothmaler. En 1979 se publicó un estudio que demostró una concentración de mercurio, altamente neurotóxico, 15 veces mayor que la normal en el cabello de Newton.
Modernos
La época moderna se enfrasca con el surrealismo. Max Ernst, por ejemplo, se reitera con el tema de “Las bodas químicas” (inspirado en el libro “Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreuz”, publicado en Estrasburgo en 1616, una de las obras más relevantes de la literatura esotérica europea, en la que las nociones corrientes de espacio y tiempo se encuentran trascendidas).
Una obra especialmente interesante es la pintura “Creación de las aves”, pieza clave de la surrealista Remedios Varo. Los trabajos de Rebecca Horn, por su parte, abordan el tema de la androginia. De Joseph Beuys se muestran objetos, dibujos, collages, filmes y fotografías sobre varios temas que fueron expuestos en la Documenta de 1982, entre otros “Alarm II” (dos crisoles en bermellón, concha en vitriolo azul, bolsa de transfusión de sangre con cánulas).
Otras piezas seleccionadas para este apartado fueron de artistas como Anselm Kiefer, Alicja Kwade, Sigmar Polke, Neo Rauch y Gerda Steiner & Jörg Lenzlinger.
La alquimia y el esoterismo fascinaban a los surrealistas no sólo por sus textos e imágenes secretos, llenos de fantasía, transmitidos únicamente a una minoría selecta de iniciados, sino porque los veían como un modelo para teorías psicoanalíticas.
Pigmentos
Suma atención entre los visitantes merecen los trabajos con pigmentos de Yves Klein y de Anish Kapoor. Kapoor, uno de los escultores indios más influyentes de su generación, acaparó el interés internacional en la década de 1970 con sus esculturas de pigmentos. A través de sus instalaciones monocromas fue evolucionando hasta llegar a la creación de esculturas monumentales con materiales poco usuales.
Klein, figura importante dentro de la corriente del neo-dadaísmo, se mueve con su obra en torno a conceptos influenciados por la filosofía Zen, como la inmaterialidad en el arte que él mismo describe como el vacío, una especie de nirvana “mudo” que posee pocas influencias de las palabras; se trata de una zona neutral donde uno mismo está inspirado a prestar atención sólo a sus propias sensibilidades, y queda expuesto a la “realidad” como oposición de la “representación”.
Filosofía
El creador francés, quien fue durante cierto tiempo miembro de los Rosacruces, presenta su obra bajo formas reconocidamente artísticas – pinturas, un libro, una composición musical – pero se encarga de eliminar el contenido de tal forma que los cuadros queden sin pintura, los libros sin palabras y las composiciones musicales sin música, para que permanezca sólo la cáscara, tal como si allí estuviera contenido el arte.
De esta forma Klein intenta crear para el espectador sus “zonas de sensibilidad pictórica e inmaterial”, evitando representar los objetos de una forma subjetiva o artística, para que sean apreciadas por la huella que dejan: la imagen de su ausencia. El trabajo de Klein tiene fuertes referencias con contextos teóricos y de la historia del arte, así como de la filosofía y la metafísica. Su labor combina todos estos campos. La intención es empujar al público a experimentar un estado donde una idea pueda ser simultáneamente “sentida” y “comprendida”.
En síntesis, la interesante exposición “Arte y alquimia – el secreto de la transformación” no solo abarca el amplio espectro de las ideas alquimistas y de sus transmutaciones artísticas, con una rica incursión en la historia de la ciencia, sino que pone sobre el tapete conceptos y visiones que todavía hoy son actuales en el arte.
Páginas de internet:
www.smkp.de
www.hirmerverlag.de

