UN ADIÓS PREMATURO.
Para la penúltima semana de su temporada de primavera-verano, el afamado American Ballet Theatre (ABT), bajo la dirección de Kevin McKenzie, trajo a la escena el no menos famoso “El Lago de los Cisnes”, versión de McKenzie – que data del añó 2000 –, sobre la coreografía original de Petipa e Ivanov, y la subyugadora música de Chaikowsky.
Aprovechando la coyuntura, Ángel Corella, bailarín principal de la compañía, muy querido del público neoyorquino, decidió con el rol de Sigfrido, terminar su carrera con la compañía, contando 36 años de edad, después de pertenecer a ella por 17 años.