El joven bailarín, Gonzalo Preciado Azanza, ha hecho historia al convertirse en el primer bailarín español en unirse al mundialmente conocido Latvian National Ballet (Ballet Nacional de Letonia) y, con ello, entrar en la selecta lista de bailarines extranjeros que han formado parte de las mejores compañías de la Escuela Rusa de Ballet Clásico a lo largo de su prolongada y afamada trayectoria.
En la actualidad es el único bailarín extranjero de la compañía de Riga que no se ha formado en una de las escuelas de ballet clásico de estilo ruso.