La muerte de Bausch ha caído como una bomba en Alemania, donde la sorpresa y el dolor se han puesto de manifiesto en la multitud de reacciones que se han producido en todos los ámbitos. «Todos estamos consternados sobre la noticia de su muerte prematura», escribió el presidente alemán, Horst Köhler, en un mensaje dirigido al hijo de Bausch, Rolf Salomon.