Vaslav Nijinsky pertenece a la leyenda de los grandes artistas locos hurtados de su arte por la locura.
Fue un gran bailarín ruso, tan excepcional, que mereció ser llamado «Dios de la danza».
En 1909, después del estreno del ballet Les Sylphides, Nijinsky fue nombrado dios de la danza en París. Pocos años después, traspuso el umbral del ballet clásico para crear la danza moderna.
Por Pola Mejía Reiss (México)