Vladimir Malakhov: la danza es alegría, pero también disciplina estricta

Vladimir Malakhov: la danza es alegría, pero también disciplina estricta | Danza Ballet 
Vladimir Malakhov: la danza es alegría, pero también disciplina estricta | Danza Ballet 

I PARTE

Construir la «Casa de la Danza» de Berlín es uno de sus mayores anhelos. Vladimir Malakhov (43), director del Staatsballett Berlín y una de las más importantes figuras del ballet mundial, reflexiona sobre el futuro de su compañía y de la danza en Alemania, en general.

El bailarín y coreógrafo nacido en Krivoy-Rog/Ucrania el 7 de enero de 1968, aspira a que las autoridades gubernamentales alemanas presten mayor atención a su ballet, el más grande del país, con 91 integrantes de 27 países, y se convenzan de la necesidad de crear la «Casa de la Danza» en esta capital.

El Staatsballett acaba de inaugurar los nuevos estudios construidos para sus bailarines en los antiguos talleres de la Deutsche Oper (en el oeste de Berlín), mientras siguen al menos hasta 2013 las obras de remozamiento y saneamiento del histórico edificio de la Staatsoper Unter den Linden, en el centro-este de esta urbe.

Pero la compañía necesita tener una base propia y la «Casa de la Danza», una idea que bulle desde hace años también en las mentes de personalidades comprometidas con la vida cultural de la ciudad, satisfaría esa urgencia.

Recientemente Malakhov visitó en la Universidad Técnica de Brandemburgo una exposición de las propuestas presentadas por estudiantes de arquitectura para la futura «Casa de la Danza» de Berlín. La muestra será traída próximamente al «Foyer de la Dance» de la Deutsche Oper, para que expertos y público general puedan ver de cerca estos proyectos y promover debates en torno a la idea.

 

Vladimir Malakhov: la danza es alegría, pero también disciplina estricta | Danza Ballet

Vladimir Malakhov Foto © Enrico Nawrath

Precisamente aquí, en el «Foyer de la Dance», la antesala de los estudios (cada uno del tamaño exacto del escenario), donde todos los días se entrenan y ensayan durante horas y horas los bailarines del Staatsballett (sobre un espacio real, tal como en escena), nos citamos con Malakhov para esta entrevista puntualmente a las 12:15 horas de este miércoles 11 de mayo de 2011, tras una de esas extenuantes sesiones de ejercicios:

Juan Carlos Tellechea:

La gala «Ballet Helps Japan» del pasado domingo 8 de mayo en el teatro Admiral Palast de Berlín permitió hacer una radiografía del estado actual de la danza internacionalmente…¿Qué te pareció, como director artístico de la presentación, ese despliegue de bailarines y coreografías en una única velada?

Vladimir Malakhov:

«Sí, fueron 24 números y tuve que rechazar otros 16. Les tuve que decir: ‘perdón, lo siento mucho, pero no puedo tomar más’. Eran coreografías y bailarines de San Francisco, de Nueva York, de la Ópera de París…Habíamos llamado a todos…muchos nos decían que venían de inmediato y otros que tenían que pensarlo…pero no teníamos tiempo material para organizar el programa y no pudimos traer a todos los que hubieran querido venir…En algunos casos hasta tuvimos que cambiar un poco los planes originales, como fue el caso con Dmitry Gudanov (del Ballet del Teatro Bolshoi, de Moscú) que debía bailar el Pas de Deux de «Giselle» con Svetlana Lunkina (ndlr: con música de Adolphe Adam y coreografía de Marius Petipa) y finalmente bailó solo «Sueños de Japón», con coreografía de Alexei Ratmansky (ndlr: y música tradicional japonesa de L. Eto, N. Yamaguchi y A. Tosha), porque Lunkina tuvo problemas para conseguir el visado a tiempo, no podía recibirlo en este lapso…se necesitan al menos seis semanas de anticipación…»

Juan Carlos Tellechea:

La danza tiene antecedentes prehistóricos documentados (según pinturas rupestres halladas en cuevas en la India) que se remontan al 5.000 AC. Pero, qué es para tí hoy en día?

Vladimir Malakhov:

«Es mi vida. Es todo para mí. Es coreografía, inspiración…es alegría…júbilo…regocijo…para bailar tienes que amar esta profesión…la danza…eso es lo más importante. Vengo aquí todos los días con buen ánimo…y cada día me depara alguno nuevo…tengo siempre energía positiva…mucha energía…hablo con la gente…reflexiono sobre mis planes…sobre las invitaciones que tengo que extender a diversos coreógrafos…siempre estoy a la búsqueda…»

Juan Carlos Tellechea:

El público podríamos dividirlo, quizás, en dos grupos básicamente: los que prefieren el ballet clásico y los que se inclinan más por la danza moderna…

Vladimir Malakhov:

«A mí me da igual. Quiero a los dos tipos de público…los que prefieren clásico, neoclásico, moderno, teatro-danza…Estoy muy abierto, me gusta siempre probar obras de diferentes coreógrafos…¿por qué no? Al final podremos tener gran éxito o no. Si no logramos un gran éxito, de todas formas hemos pasado un tiempo agradable, hemos aprendido mucho y hemos entrenado otros músculos para otras piezas. En nuestros tiempos actuales los bailarines miran y dicen ‘ah no, esto no es para mi’. En mi época nadie me preguntaba, simplemente me decían ‘tu estás en el reparto. Es todo. Punto’. «

Juan Carlos Tellechea:

¿Cuándo sentiste por primera vez que la danza era tu vocación?

Vladimir Malakhov:

«Era muy pequeño, tenía cuatro años».

Juan Carlos Tellechea:

¿Tienes más hermanos?

Vladimir Malakhov:

«Sí, un hermano menor, Maxim.»

Juan Carlos Tellechea:

¿Baila también?

Vladimir Malakhov:

«No, jugaba al fútbol. Hoy ya no practica este deporte, está casado, tiene dos hijos y se dedica a su empresa, una gran industria.»

Juan Carlos Tellechea:

¿Y tus padres te promovían o te ponían dificultades, tenían una actitud negativa?

Vladimir Malakhov:

«No. Nunca tuvieron una actitud negativa. Mi familia siempre pensó en la felicidad de sus hijos, ya quisieran ser bailarines o ingenieros o pilotos…a mi madre (Elena) y a mi padre (Anatoly) les daba igual, lo más importante era que los niños fueran felices.

Juan Carlos Tellechea:

¿Qué hacían tus padres, eran músicos, se dedicaban al arte…de qué trabajaban?

Vladimir Malakhov:

«Mis padres eran ingenieros. Trabajaban en un complejo industrial metalúrgico. Mi padre tenía mucho que hacer y poco tiempo disponible, mi madre era quien más se ocupaba de nosotros. Y en mi caso, naturalmente, fue mi madre quien me incentivaba a practicar gimnasia rítmica, danza en sus diversas variantes y ballet. Como soy su primogénito, ella tenía la esperanza de que yo algún día pudiera cumplir su sueño más anhelado: bailar ballet.» (ríe)

Juan Carlos Tellechea:

Aquí en Berlín has logrado, de alguna forma, crear en el Staatsballett una gran familia…

Vladimir Malakhov:

«Esta es mi familia, los bailarines son mi familia. Mi verdadera familia está en Ucrania, por supuesto. Mi madre viene de tanto en tanto a visitarme, tiene visado por dos o cinco años (no sé ahora exactamente), pero no la veo tan a menudo como a mis colegas aquí. Mi hermano tiene su familia. Mi abuelo tiene 94 años. Mi madre tiene una hermana que está muy enferma. Yo no estoy casado, no tengo hijos. Tenía un amigo (ndlr: compañero sentimental) alemán, sobrecargo de una compañía de aviación (ríe), pero esta relación ha concluído y ahora estoy solo.»

Juan Carlos Tellechea:

…una familia de bailarines y además muy disciplinados…

Vladimir Malakhov:

«Sí, por supuesto. La disciplina estricta es fundamental. Lo que he aprendido en la escuela (de Ballet del Teatro Bolshoi, de Moscú) trato de transmitirlo también a todos los bailarines. Pero la reacción de algunos jóvenes es hoy un poco loca. Tengo problemas con esos bailarines que dicen: ‘this is not my cup of tea’. Esa no es tu decisión, les digo, si no eres feliz aquí, adiós. Yo no puedo argumentar con el maestro de ballet o con el director…Hay gente que asume una postura indisciplinada… ‘arréglatelas como puedas’, ‘yo no puedo más’. Si tú no puedes más, les digo, entonces ‘ciao’, quizás esta compañía no es buena para tí. Esto es solo un ejemplo, no es muy fuerte la tendencia, pero la hay. Ahora están todos disciplinados, pero de vez en cuando hay alguno que otro que se sale de la línea…»

Juan Carlos Tellechea:

De todas formas esta multiplicidad de países y culturas aporta una gran riqueza a la compañía…

Vladimir Malakhov:

«Naturalmente, siempre hay cosas positivas y negativas. Pero lo bueno es hablar no cerrar la boca…».

Juan Carlos Tellechea:

¿Vas a recibir más bailarines en el futuro próximo?

Vladimir Malakhov:

«Espero que sí. Pero es dificil. En nuestro contrato figuran como máximo 91 bailarines. Si trajera algún bailarín más, el número 92, tendría que pagarlo de mi bolsillo. Por el momento…quizás en la próxima temporada tendré que hacer una pequeña limpieza de bailarines…cambios, tendrán que irse algunos a otra compañía y venir otros. Para mí es mucho…»

Juan Carlos Tellechea:

Algunos pueden convertirse en coreógrafos…

Vladimir Malakhov:

«No tengo ninguna posición de coreógrafo residente en la compañía…Todo funciona muy exacto aquí en Alemania…Solamente dos personas tienen 40 años de edad (una maestra de ballet y la otra una bailarina portavoz de los bailarines y que interpreta los papeles de carácter)…y es mejor tener a estas personas (y reclutar a jóvenes bailarines), porque es gente profesional con la cual puedes hacer muchas experiencias y no tengo ningún temor a que se queden hasta los 65 años…»

Juan Carlos Tellechea:

Los cambios siempre son buenos…la gente se va a otras compañías y va haciendo experiencias nuevas…

Vladimir Malakhov:

«Naturalmente. Siempre aspiro a que esos bailarines se sientan felices. Es una lástima, pero no puedo hacer nada en contrario. Esto pasa no solo en mi compañía, sino también en otras. Cuando habla conmigo la bailarina o el bailarín en cuestión y me dice: ‘esto no tiene nada que ver contigo personalmente. Te quiero y quisiera quedarme, pero soy joven y quisiera probar en otra compañía, quizás es mejor’. Yo le digo siempre: pero si no te sientes feliz en esa otra compañía, ven otra vez con nosotros.»

Juan Carlos Tellechea:

Alguno ya se ha ido…como fue el caso de una bailarina de 26 años que pasó hace poco al Ballet Estatal de Viena (Austria)…

Vladimir Malakhov:

«Sí, Ludmila Konovalova…»

Juan Carlos Tellechea:

Ella quiso irse…y sigue en el Ballet de Viena (ndlr: bailó con Alexander Shishov el dúo de «La Gioconda», de Marius Petipa, con música de Amilcare Ponchielli, en «Ballet Helps Japan» el pasado 8 de mayo en Berlín)…

Vladimir Malakhov:

«Sí, así es…

Juan Carlos Tellechea:

El cambio es siempre bueno para la formación de un bailarín…

Vladimir Malakhov:

«Naturalmente…Pero a mí nunca me ha ocurrido que la gente viniera a mí a decirme: ‘perdón, tengo problemas privados o psicológicos o no puedo bailar más con mis pies’. Nunca me ha pasado algo así y que la gente tenga que irse de la compañía…»

Juan Carlos Tellechea:

¿Cómo ves a las nuevas generaciones de bailarines? ¿Hay escasez de talentos?

Vladimir Malakhov:

«Esto es como el desplazamiento de una ballena en el mar: hacia arriba y hacia abajo. Es cíclico, tiene altibajos. Tengo mis esperanzas puestas en la próxima generación…he oído de aquí y de allá que hay hermosas bailarinas…y creo que iremos hacia arriba. En estos momentos estamos un poco abajo. Mi generación está llegando a la jubilación. No quiero que la gente que me ha visto hace 20 años bailando «Bayadère» «Giselle», «La Bella Durmiente», fantástico… diga, ‘ohhh mira a Malakhov ahora…es un carcamal’…».

Juan Carlos Tellechea:

Y tus rodillas…¿todo bien después de las operaciones a mediados del año pasado?

Vladimir Malakhov:

«Todo bien. En la derecha me hicieron una limpieza, me han pulido un poco un cartílago, me han recortado un poco un menisco…una cápsula. En la izquierda me han tratado el ligamento cruzado, pero no se ha roto, se ha desgarrado un poco, solo un poco…Me pasó al bajar una escalera, resbalé (ríe). Sentía dolores y estaba preocupado. Fuí al otro día a hacerme una resonancia magnética y el médico me dijo ‘ahh, el ligamento. Pero esto te ha pasado quizás hace 12 años. Tú tienes una musculatura fuerte en la rodilla, por eso no lo has sentido en todo este tiempo. Todo está perfecto, todo está normal’, me dijo el médico.»

Juan Carlos Tellechea:

Con los años uno ya no puede hacer muchas piruetas como cuando se es joven…

Vladimir Malakhov:

«Claro que puedo, naturalmente…no hay problema. La operación fue en junio de 2010, entretanto ya estuve en la Gala de Ballet en septiembre, en una gira por Japón en enero de este año…todo viene a su tiempo, hay que entrenarse, entrenarse, hasta alcanzar de nuevo el estado físico perfecto.»

Juan Carlos Tellechea:

El 27 de abril de 2012 es el estreno en Berlín de «Arcangelo», de Nacho Duato, con música de Arcangelo Corelli y Alessandro Scarlatti, en una velada en la que el Staatsballett bailará también «Herman Schmerman», de William Forsythe, y estrenará mundialmente una coreografía (todavía sin título) de Marco Goecke con música de Leonard Bernstein…¿Cómo marchan los preparativos y los contactos con Nacho Duato en especial?

Vladimir Malakhov:

«Mi primera experiencia con Nacho fue en Nueva York, con «Remansos», su coreografía para tres hombres (con música de Enrique Granados), muy bonita, y la segunda fue con «Without Words» (música de Franz Schubert), ambas piezas creadas para el American Ballet Theatre. Desde entonces tengo una hermosa amistad con Nacho, nos telefononeamos siempre. No tiene mucho tiempo, anda siempre con una agenda muy cargada, desde que asumió la dirección artística de la Compañía de Ballet del Teatro Mikhailovsky (el 1 de enero de este año), pero nos vamos a ver en San Petersburgo…La gente quiere obras de Nacho («Nunc Dimittis», música de Arvo Pärt, «Duende», música de Claude Debussy, «Without Words»)…pero es dificil, porque allí se baila mucho clásico («Giselle», «La bella durmiente», «Bayadere»…y otras piezas clásicas), es dificil, ese ‘relaxing’ del cuerpo. Pero espero que Nacho lo sepa hacer muy bien…estoy sorprendido por el gran salto que ha dado la gente hacia arriba en tan poco tiempo. Y me alegro mucho de que venga a Berlín. La elección de «Arcangelo» para el Staatsballett partió de él mismo. Le pregunté cuál sería su mejor coreografía para estrenarla nosotros en Berlín y me respondió ‘para tu compañía la más idónea es «Arcángelo» (que forma parte del repertorio de la Compañía Nacional de Danza de España)’, y nos hemos puesto de acuerdo para que así sea. Todavía no hemos comenzado los ensayos, pero esto ocurrirá muy pronto».
 

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 Vladimir Malakhov Foto © Bettina Stöß

 

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Vladimir Malakhov: la danza es alegría, pero también disciplina estricta – II PARTE

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