La alegría, como en un juego de niños, abre este nuevo encuentro, titulado “b28“, con la compañía “Ballett am Rhein“, dirigida por Martin Schläpfer, en “Esplanade“, una exquisita coreografía de media hora de duración creada en 1975 por el estadounidense Paul Taylor (1930) con música de Johann Sebastian Bach. Esta es la tónica arrebatadora, fogosa y apasionante de toda la velada, pese a que en algunos pasajes aflora la tristeza, el ensimismamiento, la gravedad, la oscuridad y la reflexión.

«Different Dialogues» ch.: Nils Christe
Con el “Concierto para violín, cuerdas y bajo continuo“ en mi mayor y con el “Largo“ y el “Allegro“ del “Concierto para dos violines, cuerdas y bajo continuo“ en re menor (excelentes los violinistas Dragos Manza y Egor Grechishnikov) Camille Andriot, Doris Beccker, Wun Sze Chan, Vincent Hoffman yYuko Kato danzan con mucha gracia y elegancia esta célebre pieza.
Taylor, a sus 86 años, último exponente de la tercera generación de coreógrafos de danza moderna en Estados Unidos, ha logrado con humor, hilaridad, mordacidad e irreverencia, insuflar aire fresco al género, apartándose de las técnicas clásicas, para desarrollar formas y significados propios

«Different Dialogues» ch.: Nils Christe
La consigna es aquí: “¡que viva la vida!!!“, “¡que viva la luz!!!“, “¡abajo la oscuridad!!!». El mensaje es de positividad, de no dejarse acorralar por el pesimismo, la depresión, la negatividad. El resto del conjunto de bailarines, Asuka Morgenstern, Bruno Narnhamme, Alexandre Simões y Elisabeta Stanculescu apoya esta tesitura con amor y romanticismo, con vivacidad y agilidad –aunque sin acrobacias desmedidas– para alcanzar, con su consagración, lo que parece imposible de lograr: claridad hasta el final.
Dos estrenos mundiales incluye Martin Schläpfer en este programa; no con obras suyas, sino de otros coreógrafos amigos: el sudafricano (de origen) afincado en Londres Hubert Essakow (1971), con “Tenebre“, (música del estadounidense, residente en París, Bryce Dessner, 1976); así como el neerlandés Nils Christe (1949), con “Different dialogues“ (música de Philip Glass), pieza de casi una hora de duración, con una veloz serie de “pas de deux“, en la que se entablan coloquios entre los bailarines de enorme energía y alta tensión.

«Tenebre» ch.: Hubert Essakow
En “Tenebre“, Essakow busca, por el contrario, una atmósfera, un sentimiento dañino, pernicioso y lo halla en dos obras de Dessner (junto con Alva Noto y Ryūichi Sakamoto, coautor de la música del laureado filme “The Revenent“, “El renacido“, estrenado en 2015, de Alejandro González Iñárritu, con Leonardo di Caprio y Tom Hardy): “Tenebre“, compuesta en 2011 para el Kronos-Quartett, en una versión para orquesta de cuerdas, y el segundo movimiento de “Delphica“, para solo de viola (exquisita sensibilidad de Ralf Buchkremer), que armonizan perfectamente y que nos conducen con sonidos minimalistas a un mundo tétrico, oscuro, nocivo, cubierto de nieblas.
Merle Hensel ha creado una escenografía apropiada con fondo oscuro estriado (que nos evoca a uno de esos bellísimos paisajes en tinta china del premio Nobel de literatura (2000) Gao Xingjian, 1940, de tonalidades gris antracita) y un vestuario ceñido, de colores opacos, para los bailarines que se desenvuelven en una orgía de movimientos y “pas de quatre“ impresionantes.
El sonido de las pasos, de los deslizamientos y de la respiración jadeante de los intérpretes sobre la escena, captado por micrófonos estratégicamente situados en el piso (diseño Gareth Mitchell), se mezcla con el de los sugestivos sonidos de la música de Dessner creando esa atmósfera tenebrosa, lúgubre e inquietante como la que dice sentir Essakow en su interior. Se destacan sobresalientemente Marlúcia do Amaral y Rashaen Arts, Yuko Kato y Eric White, así como So-YeonKim y Marcos Menha, junto con el excelente conjunto de bailarines de la compañía.

«Esplanade» ch.: Paul Taylor
El minimalismo persiste sobre el escenario con la música de Philip Glass en el estreno de “Different Dialogues“ de Nils Christe, para quien la danza es siempre una intensa comunicación emocional entre los bailarines. El ritmo es vertiginoso, muy vibrante, casi hasta el agotamiento en esta obra. El coreógrafo, nacido en Rotterdam y formado además musicalmente en esa ciudad, sabe también que los silencios son mensajeros de una poesía inefable que toca muy hondo al espectador; y así lo aplica con coherencia en su pieza. Una serie de varias decenas de lámparas colgantes desciende sobre el escenario (escenografía Thomas Rupert) y los bailarines, ataviados con mallas de tonos azulados, se unen vertiginosamente en diversos “pas de deux“ con descomunal intensidad. De nuevo do Amaral, pero también Ann-Kathrin Adam, Sonny Locsin y Filipe Frederico se destacan maravillosamente en la ejecución.
En suma, tanto los solistas como todo el conjunto muestran el excelente nivel alcanzado por los bailarines del “Ballett am Rhein“, desde que en la temporada 2009/2010 asumiera su dirección el excelente y laborioso coreógrafo suizo Martin Schläpfer. La Orquesta Sinfónica de Düsseldorf (Düsseldorfer Symphoniker), dirigidos en esta oportunidad por el uzbeko Aziz Shokhakimov (1988), suena descollante, clara, transparente y muy bien coordinada con los movimientos de los bailarines sobre las tablas. Aplausos y ovaciones se extendieron por varios minutos en la sala abarrotada de público.
Düsseldorf 29/05/2016. Teatro “Opernhaus Düsseldorf“. Compañía “Ballett am Rhein“. Director Martin Schläpfer.
“Esplanade“ (1975), de Paul Taylor (1930), con música (“Concierto para violín, cuerdas y bajo continuo“, en mi mayor, BWV 1042; y “Largo“ y “Allegro“ del “Concierto para dos violines, cuerdas y bajo continuo“ en re menor, BWV 1043) de Johann Sebastian Bach (1685 – 1750). Violín Dragos Manza y Egor Grechishnikov.Vestuario John Rawlings. Iluminación Jennifer Tipton. Preparación Richard Chen See.
“Tenebre“ (estreno mundial), de Hubert Essakov (1971), con música (“Tenebre“, para orquesta de cuerdas, y “Delphica“, para solo de viola) de Bryce Dessner (1976). Solista Ralf Buchkremer (viola). Escenografía y vestuario Merle Hensel. Iluminación Mark Doubleday. Diseño de sonido Gareth Mitchell. Preparación Antoinette Laurent.
“Diferent dialogues“ (estreno mundial), de Nils Christe (1949), con música (2º, 3º y 4º movimientos de la “Sinfonía número 3“, y 2º movimiento del “Concierto para violín y orquesta“) de Philip Glass (1936). Solista Dragos Manza (violín). Escenografía Thomas Rupert. Vestuario y asistencia coreográfica Annegien Sneep. Iluminación Remko van Wely.
Orquesta Sinfónica de Düsseldorf (“Düsseldorfer Symphoniker“). Director invitado Aziz Shokhakimov.
100% del aforo.