Menos tres, según el anuncio, más no obstante, el ABT continúa con gran calidad.
El comienzo no pudo ser más atractivo: Un estreno y dos reposiciones modernas, con trazos de ballet clásico, — del cual son autores coreógrafos muy bien cotizados en el momento actual — , más un estreno mundial y ya con eso no podía pedirse más.
La corta temporada del American Ballet Theater (ABT) en el amplio teatro Koch del Lincoln Center de Nueva York, para comenzar este programa, presentó una obra original de Jiri Kylian, titulada «Sinfonietta» sobre música de Leos Janacek dividida en siete movimientos la cual lleva un vasto coro de hombres y dos bailarinas; no obstante, son los bailarines los que se llevan la gloria al comenzar, lanzándose al tablado con extrema facilidad y elegancia, que mereció un fuerte aplauso.
En los movimientos que continuaron, aparecieron Julie Kent, próxima a retirarse, con magnifica sutileza, al bailar secundada por el varonil y elegante Marcelo Gomes, mientras prosiguieron en solos, el dinámico Daniel Simkin con la exquisita Luciana París — que ya merece tener una promoción –. y la pareja formada por Craig Salstein y Cassandra Trenary. A esto siguió un magnífico grupo en el que se destacaron James Whiteside, la excelente giradora Gillian Murphy, con Alexei Aboudine, José Sebastián y un pequeño grupo del Corps que dieron a la obra un contexto muy especial y relevante, sobre todo al sonido de las trompetas impuesto por su potente sonoridad.
La premiere mundial de la pieza llamada “With a Chance or Rain” (Quizás haya lluvia) se debe al bailarín inglés Liam Scarlett, sobre música de Rachmaninoff, (diferentes Preludios y una Elegía) que tuvieron a su cargo cuatro parejas: Isabella Boylston con Cory Stears, Sarah Lane y Tkomas Forster, Luciana París con Eric Tamm y Stephanie Williams acompañada de Sterling Baca, algunos con escasa ropa y otros con el vestuario regular de bailarines, que respondieron a la magnifica interpretación de Emily Wong al piano, con ardor y apasionamiento.
Poco se sabía del coreógrafo en estos lares, pero según notas del programa, se ha entrenado con magníficos profesores y coreógrafos. Ha recibido infinidad de premios, y ya, retirado de sus labores como bailarín desde 2012, ocupa la importante posición de Artista en Residencia del Real Ballet de Londres.
En las cuatro parejas que bailaron la maravillosa música de Rachmaninoff, aparecieron Isabella Boylston con Corn Stearns, Sara Lane con Thomas Forster, Luciana París y Eric Tamm, y Stephanie Willians con Sterling Baca.
Fue importante denotar a los nuevos intérpretes, si bien no es de dudar con los cambios que ha sufrido la compañía, con el retiro de tres de sus mejores bailarinas principales — Paloma Herrera, Xiomara Reyes y Julie Kent — , no sea factor de duda que pronto, algunos de ellos, pasarán a principales, pues bien se lo merecen. Buena suerte es deseada.
La noche terminó con “Fourteen Diversions” de Christopher Wheeldon, otro de los nuevos y magníficos coreógrafos del momento actual. En esta pieza apareció en rol de importancia Misty Copeland, además de Joseph Gorak, Hee Seo, Marcelo Gomes, Stella Abrera, Thomaas Forster, DevonTeuscher, Calvin Royal III y un nutrido grupo de Corps, en interesantes danzas y muy buena interpretación sobre música de Benjamín Britten para mano izquierda, con la relevante maestría de Barbara Bilach al piano, y la orquesta bajo la batuta de Charkes Barker. Todo fue bello e interesante, como para no olvidarlo jamás.
Otro de los programas ofrecidos esa noche, comenzó con “Raymonda Divertissements”, en el cual, como pareja principal, se distinguieron por su excelente trabajo Hee Seo y James Whiteside.
“Bach Partita” de la muy moderna Twyla Tharp, que siguió, es un trabajo clásico a la vez que moderno, con una novedosa pareja principal, Misty Copeland y James Whiteside, y otra formada por la magnífica Gillian Murphy y el no menos excelente Marcelo Gomes. El programa dio fin con una reliquia del pasado,“Gaité Parissienne”, sobre música de Offenbach y coreografía de Leonide Massine para el Ballet Russe de Montecarlo, hace ya varias décadas. Un ballet de mucho colorido para divertir. Los muchos personajes que incluyen tuvieron esa noche a Veronica Part como The Flower Girl (La Joven de las Flores). Part es una bailarina que da a los roles que interpreta cierta calidad dramática muy acertada, sin caer en melodrama.
El simpático papel del Peruviano estuvo a cargo del estupendo Herman Cornejo, muy simpático, como el rol y la obra requerían- Hubo un Can Can, por el excelente coro femenino que el ABT posee.
La temporada resultó demasiado corta, de solamente dos semanas de duración.
Ahora los amantes de ese divino arte que es la danza clásica, tendrán que esperar ansiosamente por la de la la primavera, que tendrá lugar en el lujoso Met del Lincoln Center.
