La célebre coreógrafa Carmen Correa está convencida de que la vida activa de un bailarín maduro no puede estar supeditada a los cálculos arbitrarios y depende en mucho del entrenamiento y el cuidado del cuerpo.
En declaraciones que difundió el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Correa señaló que actualmente desarrolla un proyecto de experimentación dancística para bailarines mayores de 35 años.
«Se trata de un laboratorio al que se irán integrando cuatro coreógrafos, con el propósito de descubrir las capacidades del cuerpo y romper con mitos sobre las limitaciones para ejecutar piezas dancísticas de gran exigencia física o para aplicar diversas técnicas de movimiento», dijo.
«Comenzamos a hacer trabajo de experimentación con Antonio Salinas con el propósito de armar una obra, cuya duración dependerá de los hallazgos y las necesidades expresivas en torno a cada movimiento», precisó. Acorde con ese proyecto, Correa fundó recientemente un centro de danza y desarrollo creativo llamado Arte en V, en el que abarca expresiones y técnicas como el ballet, danza contemporánea, improvisación de contacto, danza aérea y acrobacia, flamenco, danza hindú y de las Polinesias, así como danza creativa para niños.
«La misión de este centro, empezando por el nombre, se inspira en el vuelo de las aves que siguen una formación en V para sus trayectos migratorios, lo cual es una metáfora del apoyo entre los seres vivos paras favorecer el avance», adujo. Comentó que en ese espacio ha trazado actividades tanto para profesionales de la danza, como para personas que no tienen ningún contacto con este medio, pero que desean enriquecer su vida mediante el conocimiento del movimiento.
Explicó que a través de los años, desde la Rusia del siglo XIX hasta la moderna danza aérea, se han realizado investigaciones muy completas e importantes sobre cada técnica y la forma como pueden ayudar al bailarín a fluir con más facilidad sus movimientos y a expresar diversas emociones. Subrayó que si un bailarín puede tener todas estas herramientas para su desarrollo, ¿cuál es la razón para dejarlas fuera?
Acerca de la constante polémica que se suscita en el medio con respecto a la aplicación de las diversas técnicas al trabajo coreográfico, Correa considera que sólo hay dos tipos de danza, la buena y la mala y que el bailarín debe ser selectivo mediante la experimentación. Afirmó que parte de la misión del centro Arte en V es crear conciencia de que esta expresión pertenece a todos. Informó que el 12 y 13 de mayo próximo, la legendaria bailarina Betty Jones, de 80 años, conocida como la Primera Desdémona, de La Pavana del Moro, obra dirigida por José Limón, impartirá clases magistrales.
«La danza es una parte natural del ser humano. Creo que muchas de nuestras histerias y neurosis provienen de la forma como vamos atrofiando nuestro cuerpo y convirtiéndolo en una especie de cárcel que controla nuestras emociones. Bailar representa una liberación para cualquier persona», precisó.
Correa es una de las intérpretes que desde hace dos décadas cimentaron el desarrollo de la danza mexicana en el siglo XX. Recordó que en 1993, el maestro cubano Fernando Alonso le permitió entrenarse como maestra y que allí se dio cuenta que el ser un bailarín de alto nivel no es sinónimo de saber enseñar, «para esto se requiere una formación y condición especial». Se le considera como una de las ejecutantes más notables de la Compañía de Danza, institución a la que ingresó en 1984. Por: Notimex México