La célebre soprano australiana Joan Sutherland, apodada en italiano "La Stupenda", murió el domingo a los 83 años en su domicilio en Suiza, tras una larga enfermedad, indicó el lunes su familia en un breve mensaje dirigido a "sus amigos y admiradores".
Considerada una leyenda del arte lírico, Joan Sutherland "falleció en paz el 10 de octubre por la noche en su casa en Suiza tras una larga enfermedad", dice el mensaje. Fue la "Reina del bel canto", dijo un comunicado de la Scala de Milán, donde entre 1961 y 1965 "La Stupenda" cantó óperas de Donizetti, Rossini y Mozart.
"Su voz y su capacidad para interpretar el bel canto italiano dio el impulso a un redescubrimiento de títulos olvidados o infravalorados y, sobre todo, la fuerza de un estilo nuevo", dijo el comunicado de La Scala.
La soprano, conocida por su voz clara, que cubría una amplitud de notas raras y alcanzaba sin esfuerzo los sonidos más agudos, había nacido en Australia el 7 de noviembre de 1926. Sutherland, casada con el director de orquesta y pianista Richard Bonunge, se había retirado hacía 20 años, tras una brillante carrera internacional. "Era una personalidad carismática, de una extraordinaria virtuosidad, un mito", declaró a la AFP el director general del Gran Teatro, como se llama la Opera de Ginebra, Tobias Richter.
Sutherland era "una gran dama de la ópera que había conocido a María callas", dijo Richter. "En los últimos años vivía en Montreux", oeste de Suiza, agregó Richter. Joan Sutherland, de gran belleza y fuerte presencia, había debutado en Sídney a fines de los años cuarenta y a fines de los cincuenta se integró a la Royal Opera House de Covent Garden en Londres.
Marcada por la obra de Wagner, la cantante, de voz cálida, vibrante y natural, variaba rápidamente su repertorio descollando en "Las bodas de Fígaro" (Beaumarchais) y la "Flauta Encantada" (Mozart). Desde entonces brilló en las grandes salas del mundo hasta 1990 cuando puso fin a su carrera en la Opera de Sídney a los 63 años.
De sus grabaciones es particularmente recordada la versión de Turandot de 1972, no solamente por el carácter que le dio Sutherland a la princesa china que protagoniza la obra, sino por quienes la acompañaron tanto en el reparto como en la orquesta: Zubin Mehta dirigiendo la Filarmónica de Londres (una de las pocas grabaciones en la que no la acompañó su esposo), Montserrat Caballé como contrafigura femenina y Luciano Pavarotti como protagonista masculino y pareja de Sutherland. Fue precisamente Pavarotti quien calificó a la soprano australiana como “la voz más grande del siglo”, lo que la colocaba en competencia con otras sopranos muy recordadas como Renata Tebaldi o, más recientemente, María Callas.
El retirarse de los escenarios no hizo que Sutherland cesara en su pasión por la música. En los últimos años se dedicó al impulso de nuevos talentos del bel canto y es recordada por haber participado como jurado en competencias de canto en el mundo entero, entre ellos al concurso “Cantante del Mundo de Cardiff” auspiciado por la BBC. En la última edición de este concurso, en 2009, Sutherland fue la encargada de anunciar a la rusa Ekaterina Scherbachenko como ganadora.
Las exequias de la cantante se llevarán a cabo en la intimidad, respetando así las últimas voluntades de la artista, indicó la familia.
Joan Sutherland in an American appearance in 1975, left and in 1996.
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