Daniel Barenboim, el gran héroe de Sigfrido en la Staatsoper Berlin
Sala abarrotada de público esta tarde del 3 de octubre de 2012, día en que se conmemora la reunificación de Alemania, para presenciar en el teatro de la Staatsoper de Berlín (actualmente en el Schiller-Theater, oeste de la ciudad, mientras siguen las obras de remozamiento del histórico edificio del bulevar Unter den Linden, en el este) el primer estreno de la presente temporada (2012/2013): la nueva producción de Sigfrido (música y libreto de Richard Wagner) con puesta en escena del belga Guy Cassiers y dirección musical de Daniel Barenboim al frente de la Staatskapelle.
El comienzo de la representación (que corresponde al segundo día del ciclo El anillo del Nibelungo) está programado para las 18 horas, con 5 horas y 20 minutos de duración (incluidas dos pausas de 40 minutos cada una). Es esta una cooproducción con el Teatro alla Scala de Milán, escenario donde será presentada por primera vez esta nueva puesta el próximo 23 de octubre de 2012.
Con el estreno de Götterdämmerung en marzo de 2013, la Staatsoper de Berlín completará el «Anillo». Esta nueva producción de la obra magna del revolucionario y polémico Richard Wagner será representada por primera vez aquí en su ciclo completo a partir del 23 de marzo de 2013 (entre otros, con René Pape, Waltraud Meier, Peter Seiffert e Iréne Theorin), con motivo del 200º aniversario de su nacimiento (en Leipzig, Reino de Sajonia, Confederación del Rin, el 22 de mayo de 1813) y el 130º aniversario de su muerte (en Venecia, Reino de Italia, el 13 de febrero de 1883).
Juha Uusitalo (Der Wanderer) (c) Monika Rittershaus, Staatsoper Berlin
Rinnat Moriah (Waldvogel) (c) Monika Rittershaus, Staatsoper Berlin
Iréne Theorin (Brünnhilde), Lance Ryan (Siegfried) (c) Monika Rittershaus, Staatsoper Berlin
La moderna puesta de Guy Cassiers, con el trasfondo de una gigantesca pantalla en la que aparecen imágenes de vídeo no siempre explicativas de lo que ocurre en escena, adolece de algunos altibajos y no termina por convencer a los espectadores. En el primer acto, el sistema basculante de paneles enrejados sobre el que los personajes (Sigfrido, Mime y El Viajero) tienen que cantar y subir peldaños con extremo cuidado para no sufrir traspiés, distrae demasiado la atención. Otro tanto ocurre con los bailarines, sobre los que uno tiene la impresión de que están de más y no le agregan ningún ingrediente importante o esclarecedor a la escenificación.
La música que sube desde el profundo foso (donde no alcanzamos a ver al director) es excelsa en la ejecución de la Staatskapelle y llega con enorme emoción a la platea. Daniel Barenboim muestra una entrega total y es el verdadero héroe de esta producción que uno hasta podría escuchar con los ojos cerrados para disfrutar mejor de su enorme e íntima expresión poética.
Sigfrido es fruto del ferviente amor de Wagner por Cosima (24 años menor que él), con quien vivía en unión libre en Tribschen (cerca de Lucerna, Suiza) desde junio de 1866 y se casó el 25 de agosto de 1870 (el matrimonio duró hasta el final de su vida); desde septiembre de 1868 Cosima (aún no divorciada del director, pianista y compositor Hans von Bülow) estaba encinta nuevamente, esperando a su tercer hijo con Wagner (Siegfried, nacido el 6 de junio de 1869); recordar además que tres años y medio más tarde, en la Navidad de 1870 Wagner ofreció a Cosima, quien cumplía ese día 33 años, el bello poema sinfónico Idilio de Sigfrido.
Los cantantes, con alguna que otra excepción, se muestran excelentes en esta velada. El tenor canadiense Lance Ryan, tiene la voz perfecta para Siegfried (lástima que todavía su pronunciación del alemán no sea tan clara como debiera para este papel en el que el texto cobra un papel trascendental). Sobresaliente es la interpretación de Peter Bronder (Mime) que crece y se impone grandiosamente ante Ryan en el primer acto como figura sobre el escenario; Brünnhilde es encarnada maravillosamente por Iréne Theorin; El Viajero del finés Juha Uusitalo (al parecer enfermo hoy) no es muy convicente; pero a su vez la contralto Anna Larsson (Erda) y la soprano Rinnat Moriah (El pájaro del bosque) cantan de forma sobresaliente.
Los aplausos y vítores para Barenboim y los músicos de la orquesta, así como para los cantantes fueron incontenibles y prolongados (hasta las 23:45 horas). Pero los abucheos para Cassiers también se hicieron oir al término del estreno de esta nueva producción que, lírica y musicalmente hablando, pese a los desaciertos de su puesta ya señalados, es muy recomendable.
Berlín, 03/10/2012.
Teatro Staatsoper Berlin (am Schiller-Theater, mientras duran las obra de remozamiento en el teatro del bulevar Unter den Linden). Sigfrido (Siegfried), ópera en tres actos con música y libreto de Richard Wagner, segundo día, tercera de las cuatro óperas que componen el ciclo de El anillo del Nibelung (Der Ring des Nibelungen). Estrenada en el Teatro del Festival de Bayreuth el 16 de agosto de 1876, como parte de la primera representación completa de la saga de El anillo del Nibelungo que integra el Canon de Bayreuth. Lance Ryan (Siegfried, tenor heroico), Peter Bronder (Mime, tenor ligero), Juha Uusitalo (El Viajero, barítono bajo), Johannes Martin Kranzle (Alberich, barítono bajo), Mikhail Petrenko (Fafner, el dragón, bajo), Anna Larsson (Erda, contralto), Irene Theorin (Brünnhilde, soprano dramática), Rinnat Morian (El pájaro del bosque, soprano ligera). Bailarines: Uri Burger, Gabriel Galindez Cruz, Yuta Hamaguchi, Christoph Linéré, Albert Garcia Sauri. Dirección escénica Guy Cassiers.
Escenografía Guy Cassiers y Enrico Bagnoli. Vesntuario Tim van Steenbergen. Vídeo Arjen Klerkx/Kurt D’Haeseleer.
Coreografía Sidi Larbi Cherkaoui. Dramaturgia Michael P. Steinberg/Detlef Giese.
Orquesta Staatskapelle Berlin. Dirección musical Daniel Barenboim.
Coproducción con el Teatro alla Scala de Milán, en cooperación con el teatro Tonnelhuis de Amberes.
100% del aforo.
Peter Bronder (Mime), Juha Uusitalo (Der Wanderer) (c) Monika Rittershaus, Staatsoper Berlin
©2012 Danza Ballet
00034