El Teatro Real ofrecerá, entre los días 3 y 20 de junio, ocho funciones de Wozzeck, de Alban Berg (1885-1935), obra cimera del repertorio lírico, con libreto del compositor, basado en Woyzeck, drama inconcluso del visionario y malogrado escritor Georg Büchner (1813-1837), de quien se conmemora este año el bicentenario de su nacimiento.
El prestigioso director de escena suizo Christoph Marthaler, que trabaja por primera vez en el Teatro Real, sitúa la acción de la ópera en una cantina con un área de juegos para niños, en donde se suceden ininterrumpidamente las quince escenas que conforman la ópera. La dirección musical será de Sylvain Cambreling, gran admirador de la partitura de Alban Berg, que ha dirigido en más de 60 ocasiones.
El papel titular de la ópera será interpretado por el barítono británico Simon Keenlyside, que debutó el papel de Wozzeck en París, en esta producción, impulsado por Gerard Mortier, siendo considerado, desde entonces, uno de sus mejores y más hondos intérpretes.
Los restantes protagonistas de la ópera son también conocidos por el público del Teatro Real: la versátil soprano alemana Nadja Michael, que cantó en la pasada temporada el papel titular de Poppea e Nerone, encarnará a la desdichada Marie; los tenores Jon Villars (Tambor mayor) y Gerhard Siegel (Capitán) volverán a dar vida a los mismos grotescos personajes que han interpretado en 2007, en la producción dirigida por Calixto Bieito; el bajo-barítono Franz Hawlata (Doctor), fue el Barón Ochs en el Der Rosenkavalier en 2007, y el tenor catalán Roger Padullés (Andres), que volverá una vez más al Teatro Real.
Completan el reparto Katarina Bradić (Margret), Scott Wilde (Primer aprendiz), Tomeu Bibiloni (Segundo aprendiz), Francisco Vas (Loco), Antonio Magno (Soldado), Enrique Lacárcel (Muchacho) y los niños Lorenzo Bini Bicchierai y Diego Ramos Ruano.
Además de los 14 solistas, participan en la ópera 4 actores, 23 niños de Los pequeños Cantores de la JORCAM, 51 miembros del Coro Titular del Teatro Real (Coro Intermezzo) y 96 músicos de la Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid) que, junto con el equipo artístico, suman más de 200 artistas, que se unirán para dar vida a la genial e inquietante obra de Alban Berg y Georg Büchner.
WOZZECK
Alban Berg (1885-1935)
Ópera en tres actos (Quince escenas)
Libreto del compositor, basado en Woyzeck de Georg Büchner
Nueva producción en el Teatro Real procedente de la Opéra national de Paris
- Director musical Sylvain Cambreling
- Director de escena Christoph Marthaler
- Escenógrafa y figurinista Anna Viebrock
- Iluminador Olaf Winter
- Colaboración a los movimientos Thomas Stache
- Codirector de escena Joachim Rathke
- Dramaturgo Malte Ubenauf
- Director del coro Andrés Máspero
- Directora del coro de niños Ana González
Edición
Wozzeck de Alban Berg
Libreto del compositor, basado en la obra de Georg Büchner. Universal Edition, A. G. (Viena)
Duración aproximada
1 hora y 50 min. (sin descanso)
Fechas
- 3, 5, 8, 10, 13, 15, 18, 20 de junio de 2013
- 20.00 horas
Wozzeck es, junto con L’Orfeo, Tristan und Isolde y Pelléas et Mélisande, una de las obras que han abierto un rumbo nuevo, no ya en la historia de la ópera, sino en la del propio lenguaje musical, amén de sintetizar el Zeitgeist, el espíritu de su tiempo, de modo estremecedor. Wozzeck se basa en el drama homónimo de Georg Büchner que, escrito hacia 1830, no se representó hasta 1913, y que parte de un suceso acaecido en 1824, la ejecución en Leipzig del barbero Johann Christian Woyzeck (la diferencia entre ese nombre y el título de la ópera se debe a una errata de la primera edición del drama que Berg ha conservado), un antiguo soldado esquizofrénico que había asesinado a su mujer. El compositor fue voluntario en la Gran Guerra, experiencia que provocó en él un radical y violento antimilitarismo, pero la elección del drama de Büchner como tema para su primera ópera era ya anterior.
Wozzeck es un texto atravesado por leitmotive asociados a personajes y situaciones en que la dramaturgia está creada por una música que, a su vez, es una especie de contrafigura abstracta del devenir dramático, de modo que es imposible separar un plano del otro: pero es también un paradójico producto del neoclasicismo de los años veinte, ya que cada escena se remite a una forma histórica rigurosamente articulada, formas cuya dislocación ocasionalmente caricaturesca expresa de modo elocuente el malestar de un universo radicalmente cruel e injusto. Wozzeck es la obra atonal más larga escrita hasta entonces, pero Berg se sirve ocasionalmente de la tonalidad para expresar situaciones concretas, como en el caso del Do mayor asociado al dinero: ni una sola nota de esta tragedia expresionista se ha dejado al azar, y hasta el menor elemento de la partitura se conecta con los estratos más profundos del significado.
José Luis Téllez

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