Del sueño de la niña insomne
A sala llena, Marius Felix Lange (Berlín, 1968), estrena este miércoles 25 de junio de 2014 «De la niña que no quería dormir», ópera para familias con niños (a partir de 8 años, y adultos hasta 90), encargada por el teatro de la Deutsche Oper am Rhein (Düsseldorf/Duisburgo), con la compañía de ballet dirigida por la coreógrafa sueca Anna Holter, afincada en Múnich y egresada en 1997 de la Escuela Iwanson de Danza Contemporánea de esa ciudad. Los protagonistas de esta pieza son una niña (Lena) y un chico (Leander) de 13 años que pasan la tarde a orillas de un río.
Sueño
Ambos pasean por las cercanías encuentran un manzano y Leander, para impresionar a Lena, arroja una piedra para que caiga una de las frutas. El joven le pide un beso a su amiga, pero a ella le encantaría más comer una porción de torta. Leander prefiere pescar, no cocinar, y le cuenta que le gustaría recorrer el mundo para descubrir cosas nuevas. Lena teme que Leander pueda conocer a otras niñas e incluso que una princesa pueda seducirlo, como en los libros de cuentos, y olvidarla. Con estos pensamientos inquietantes la chica se duerme y en su sueño aparece Leander que no pudo pescar nada y se apresta a hornear una torta.
Cuando regresan a casa encuentran un pájaro muerto. Leander trata de calmar a su amiga contándole que su padre le ha dicho que los pájaros se acuestan allí y duermen hasta que viene una princesa, los besa, vuelven a abrir sus ojitos y trinan de nuevo. Lena, medio muerta de miedo, decide no dormir más. El chico, tratando de calmarla, viaja con la niña por todo el mundo en la búsqueda de un somnífero que la ayude a recuperar el sueño.
Mayores
La historia trata sobre el desarrollo hacia la adolescencia, acerca del sentido de la vida, pero también sobre la muerte como un proceso absolutamente natural. Lange no le teme a estos temas ni los elude. En noviembre pasado estrenó en Zúrich «El fantasma de Canterville», una ópera horripilante para niños a partir de 6 años, inspirada en el cuento de Oscar Wilde, que será llevada a finales de este año a la Komische Oper de Berlín.
El libretista Martin Balscheit (Düsseldorf, 1965), formado en la Escuela Universitaria Folkwang, de Essen, tampoco le quita el cuerpo a estos asuntos. Si bien este es su primer trabajo operístico, por el que recibió varias distinciones importantes, entre ellas el Premio Alemán de Literatura Juvenil 2011, Baltscheit escribió varios libros y obras de teatro para niños y jóvenes, entre ellos, «La historia del zorro que perdió la razón», Premio Alemán de Teatro Juvenil 2012, y «La historia del león que no sabía contar hasta tres».
Puesta
El director de escena Johannes Schmid logra de forma fascinante en su puesta esfumar los límites entre lo onírico y la realidad, con el excelente apoyo de la escenografía y vestuario de Tatjana Ivschina que subrayan el antagonismo entre la ciudad de provincia y la naturaleza, primero amenazante, pero después liberadora.
Los bailarines de la compañía dirigida por Anna Holter despliegan en su coreografía velocidad, gracia, emoción, romanticismo y fantasía con gran pasión sobre el escenario. La compleja acción atrapa, como en un filme cinematográfico, no sólo a los niños, sino también a los espectadores adultos que los acompañan.
La música es moderna y de excelente calidad. Lange, quien ha compuesto ya otras dos óperas para niños («El barco de la ópera o en el polo sur se piensa que hace calor», y «Blancanieves», estrenada con gran éxito en la Ópera de Colonia en 2011), fascina a los espectadores. Su música no es ostentativamente infantil o lisonjera, sino ambiciosa y también un desafío para el público adulto.
Música
Lo interesante es que el compositor coordina exactamente su lenguaje con las escenas, los personajes y sus sentimientos en cada situación. La hora y media que dura la ópera pasa tan rápidamente que el espectador tiene la sensación de que han transcurrido sólo 45 minutos del espectáculo; una tarea nada facil la de entretener, mantener concentrados y en repetuoso silencio a más de 500 niños acompañados por madres, padres o abuelos.
Los 10 solistas, entre ellos Alma Sadé y Dmitri Vargin (una pareja estelar inmejorable), muestran una entrega y perfección totales, incluso en los papeles secundarios (como el de La Luna, brillantemente encarnado por Johannes Preißinger. La luna, der Mond en alemán, es un papel masculino, y es clave en la resolución final de la obra). El Coro de la Deutsche Oper am Rhein, preparado por Christoph Kurig, suena magnífico. La orquesta de Düsseldorf Altstadtherbstorchester, dirigida por Christoph Stöcker, interpreta la partitura con enorme precisión y pasión, por lo que llega emocionalmente muy bien al público. En síntesis una excelente ópera para niños, con una calidad que nada tiene que envidiar a una obra para mayores. La última función de la presente temporada 2013/2014 será este domingo 6 de julio de 2014.
Düsseldorf 25/06/2014.
Teatro Deutsche Oper am Rhein/Düsseldorf.
«De la niña que no quería dormir», ópera en un acto de Marius Felix Lange con libreto de Martin Baltscheit (estreno). Alma Sadé (Lena). Dmitri Vargin (Leander), Johannes Preißinger (Luna), Susan Maclean (madre), Daniel Djambazian (padre), Heidi Elisabeth Meier (Alba), Torben Jürgens (sepulturero), Paul Stefan Onaga, Attila Fodre y Lukasz Konieczny (arqueros/balseros). Bailarines: Sara Blasco Gutiérrez, Viviana Defazio, Elisa Marschall, Phaedra Pisimisi, Darwin Díaz, Bernardo Fallas, Yuta Hamaguchi, Hayato Yamaguchi . Coreografía Anna Holter. Escenografía y vestuario Tatjana Ivschina. Iluminación Volker Weinhart. Dirección escénica Johannes Schmid. Músicos en escena: Eugen Poliak (clarinete), Favius Petrescu (trompeta), Marc Lankeit (tuba), Julian Luttmer (percusión). Coro de la Deutsche Oper am Rhein, preparado por Christoph Kurig. Orquesta Altstadtherbstorchester, de Düsseldorf. Dirección musical Christoph Stöcker. 100% del aforo.
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