La despedida de un grande. El bailarín se despidió a lo grande en pleno centro porteño, con un show imponente que emocionó al público. Se colocaron pantallas gigantes a lo largo de la avenida 9 de Julio. El calor fue lo de menos.
Emoción. De principio a fin, la despedida en vivo de Julio Bocca estuvo marcada por la pasión que él mostró sobre las tablas, la pasión que pusieron sus invitados de lujo y las ovaciones permanentes de las alrededor de 300.000 personas que colmaron la avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, para presenciar la última actuación del gran bailarín argentino. Aunque se despidió de las tablas, seguirá vinculado al ballet. Fue un espectáculo inolvidable, cargado de emociones, de color y de magia.
Bocca dijo adiós ante más de 300.000 personas en el Obelisco
BUENOS AIRES.- El bailarín Julio Bocca se despidió de los escenarios y brindó su último show profesional ante una multitud en el Obelisco. Fue un adiós pleno de emociones y asistieron figuras de la danza y de la música nacional.
Buenos Aires se vistió de ballet y, con el espectáculo gratuito más grande de los últimos tiempos, Bocca se retiró a lo grande, tras casi 30 años de carrera internacional. El acontecimiento, que convocó a porteños y provincianos que se volcaron en masa sobre las adyacencias de la plaza de la República pese a las altas temperaturas, tuvo especial emotividad. El show comenzó cuando el bailarín salió a escena e interpretó “El Corsario Pas de Trois”, junto a su tradicional compañera Eleonora Cassano y a Maximiliano Guerra.
Tras ese primer contacto con el público, el bailarín, visiblemente emocionado, recibió la primera gran ovación de la noche desde el imponente escenario montado sobre la plaza de La República.
Grandes y chicos disfrutaron de la función; muchos llegaron varias horas antes del comienzo del show para poder conseguir una buena ubicación y observar de cerca la última presentación del artista que popularizó la danza clásica en la Argentina. La organización del evento calculó que presenciaron el show más de 300.000 espectadores y para que todos pudieran verlo se montaron cinco pantallas gigantes, de 12 metros cuadrados, a lo largo de la 9 de Julio, entre Corrientes y avenida de Mayo.
Del espectáculo participaron también los bailarines Manuel Legris, Tamara Rojo, Cecilia Figaredo, Juan José Carreño y Hernán Piquín. El público también disfrutó de “Repercusiones” (Bocca y el Ballet Argentino), “Viejo amor” (Bocca, Cecilia Figaredo y Mercedes Sosa) y “Manón” (el bailarín con Legris y Cassano). En conferencia de prensa, Bocca resaltó que tras dejar la actividad se dedicará al Ballet Argentino y la escuela de danza, además de transformarse en un hombre normal para descansar y disfrutar de los amigos.
Bocca comenzó su carrera hace 27 años, aunque adquirió relevancia a nivel internacional tras obtener una Medalla de Oro en el concurso de danza de Moscú, en 1985. La actividad lo llevó a recorrer el mundo y bailó en Chile, Alemania, Reino Unido, Polonia, Filipinas, Grecia, Japón, Cuba y Estados Unidos, entre otros países. En 1990 el teatro Colón lo nombró su representante en el exterior, y ese mismo año fundó su propia compañía, el Ballet Argentino, con la que realizó giras por los cinco continentes, muchas veces junto a Cassano.
De esta manera, Bocca cumplió con su promesa de retirarse a los 40 años -nació el 6 de marzo de 1967- y lo hizo con un imponente show. Además consideró que su despedida le produce felicidad, alegría, tranquilidad y saber que ha llegado sano hasta el final. “Es bueno para un bailarín tener la sensatez de dejar en lo más alto”, dijo.
Antes, hizo una gira mundial que lo llevó nuevamente a las principales capitales del mundo, y también recorrió el país, pasando por Tucumán el 2 de diciembre pasado, con un show inolvidable.
El bailarín estuvo muy bien acompañado
El espectáculo que brindó Julio Bocca al aire libre brilló con la luz de un gran número de estrellas argentinas -e internacionales-, que no quisieron quedarse afuera del acontecimiento. Una de ellas fue su amiga y colega Eleonora Cassano, junto a la cual dio apertura al show, y luego con el Ballet Argentino. Tampoco faltó el humor: Marcos Mundstock, integrante del conocido grupo Les Luthiers, estuvo a cargo de hacer una presentación de lo más divertida.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el cuadro que bailó Bocca junto a la argentina Cecilia Figaredo sobre “Tonada del viejo amor”, un clásico del folclore argentino que interpretó en el escenario la tucumana Mercedes Sosa, que junto a Lito Vitale, Sandra Mihanovich y la Mona Jiménez, le pusieron su voz al espectáculo. Para el final Bocca prefirió improvisar un solo sobre una versión en ritmo de jazz del tema “A mi manera”, que cantó Diego Torres, ubicado a su lado.
Nina Ananiashvili y Juan José Carreño, del American Ballet Theatre de Nueva York, Manuel Legris, de la Opera de París y Tamara Rojo fueron algunas de las figuras que también adornaron el final del grande. “Hay gente que ya no ve a la danza como bicho raro”, dijo Bocca.
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