La soledad en este siglo digitalizado

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet 

A juzgar por las tres piezas de ballet, dos de ellas estrenos mundiales, de jóvenes coreógrafos europeos que hemos visto en la velada de este sábado 14 de enero de 2017 en Düsseldorf, titulada “b30“, de la compañía “Ballett am Rhein“ que dirige el suizo Martin Schläpfer, la soledad es uno de los males más problemáticos de esta sociedad individualista del siglo XXI, interconectada electrónicamente como nunca antes en la historia de la humanidad.

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet
Ballett am Rhein Düsseldorf / Duisburg
b.30 Concerto Grosso Nr.1 ch.: Remus Sucheana

Es una falacia pretender que Internet ha roto barreras y acercado más a los seres humanos, facilitando su comunicación de forma mucho más rápida y en mejores condiciones que centurias antes. El aislamiento social y la incomunicación son cada vez mayores, pese a esos cacharritos digitalizados, diz que inteligentes, que nos conectan a la red. En fin, dolencias de nuestro tiempo que a diario confrontan psicólogos, psicoanalistas y psiquiatras con sus pacientes, y de las que tampoco ellos mismos están del todo a salvo.

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Ballett am Rhein Düsseldorf / Duisburg
b.30 Wounded Angel ch.: Natalia Horecna

Metafísica aparte y resumiendo, los tres ballets presentados hoy hablan cada uno de ellos de la soledad, en diferentes versiones que transmiten al público sentimientos angustiantes: , “Concerto Grosso nr.1“, estreno mundial y debut como coreógrafo del bailarín rumano Remus Şucheană, codirector del “Ballett am Rhein“; “Lonesome George“, del alemán Marco Goecke; y “Wounded Angel“, también estreno mundial, de la eslovaca Natalia Horecna.

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet
Bachelor_ contemporary dance _ ZHdK
Dezember 2016
«what’ s your name»» ch.: Naomie Lapzeson

La representación de “b30“ dio inicio con la obra de Şucheană, quien utiliza la música (y el título) del “Concerto Grosso número 1“ (1977), del compositor ruso-alemán (entonces soviético) Alfred Schnittke (1934 – 1998), para abordar la contraposición entre el yo y el nosotros, entre lo individual y lo grupal. En su debut el artista rumano logra una coreografía bastante interesante y transparente que trata de alcanzar una forma de expresión actual, entre lo clásico y lo moderno, al igual que la música poliestilística de Schnittke. Sobre el escenario los violinistas Franziska Früh y Dragos Manza y desde el foso Christian Grifa (piano y clavecín) entregan una perfecta cohesión de técnica y estética en las tres esferas que reúne la pieza: el barroco, lo moderno y lo trivial.

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet
Ballett am Rhein Düsseldorf / Duisburg
b.30 Concerto Grosso Nr.1 ch.: Remus Sucheana

Si bien los movimientos no son muy originales, les falta cierta singularidad, sí son muy llamativas las figuras que ha hilvanado Şucheană para evidenciar el fenómeno de la implacable marginalización que perpetra un grupo (cerca de 30 bailarines) contra un individuo (excelentes las solistas Yuko Kato, Ann-Kathrin Adam y Marlúcia do Amaral).

La escenografía (Darko Petrovic, también vestuario), con rectángulos trapezoidales que irradian una luz mortecina (iluminación Thomas Diek) y suben o bajan del lado izquierdo del escenario, según avanza la ejecución instrumental y coreográfica del “Concerto Grosso nro.1“: “Preludio (Andante)“, “Toccata (Allegro)“, “Recitativo (Lento)“, “Cadenza“, “Rondó (Agitato)“ y “Postlude (Andante)“ , crea esos climas singulares de mayor o menor dinamismo.

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet
Ballett am Rhein Düsseldorf / Duisburg
b.30 Wounded Angel ch.: Natalia Horecna

La figura de Kato, vestida con un precioso y largo atuendo rojo, crece y crece sobre el escenario y alcanza un momento culminante cuando se entrelaza en un tango muy sensual con el solista Rashaen Arts. Aplausos y ovaciones para Şucheană por el logro alcanzado en su debut, antes de pasar al primer intervalo.

La Orquesta Sinfónica de Düsseldorf estuvo bajo la batuta de un director invitado: el franco-canadiense Jean-Michaël Lavoie, quien destaca por el excelente nivel de su trabajo, al poner de manifiesto a lo largo de toda la función una exacta, diríamos que hasta íntima, coordinación con los bailarines.

La soledad en este siglo digitalizado | Danza Ballet
Ballett am Rhein Düsseldorf / Duisburg
b.30 Wounded Angel ch.: Natalia Horecna

En la segunda parte se escenifica al ser humano a tientas en medio de la niebla y la penumbra (escenografía y vestuario Michaela Springer; iluminación Udo Haberland). Los brazos y las manos de los bailarines se contraen nerviosamente, tiemblan, aletean. Los meneos y desplazamientos son muy rápidos, vertiginosos; parecen abandonar los parámetros clásicos del ballet para sumergirse en un mundo crepuscular e incierto.

En «Lonesome George», Marco Goecke, a través del “Cuarteto para cuerdas número 8“ en do menor, opus 110 de Dmitri Shostakóvich (en la orquestación de Rudolf Barshái como “Sinfonía de Cámara“) y con un número mucho menor de bailarines (11 en total; ya que confiesa que se siente incapaz de trabajar con grandes grupos), relata la soledad de un ser que durante mucho tiempo fue considerado el último de su especie. El coreógrafo se inspiró en la historia de una tortuga (de nombre “George“) de las islas Galápagos que murió en 2012 a los 100 años de edad. Goecke nunca estuvo allí ni sabe donde está situado ese archipiélago en el Pacífico, pero la noticia lo impactó.

“George“ estaba solo en una de las ínsulas. Más tarde se supo que viven más ejemplares de su mismo género en otros islotes vecinos. En el conjunto, cada uno de los danzarines da la impresión de ser un luchador solitario que circula como los personajes en una película de la época del cine mudo (maravillosa la solista Marlúcia do Amaral). Millares de delgadas cintas plateadas descienden sorpresiva y sucesivamente en tres hileras sobre el escenario estrechando sus dimensiones superiores. Todo lo que ocurre allí es muy loco, aunque fantástico, asombroso, genial y de gran vitalidad. Los espectadores retribuyen la interpretación con fuertes aplausos y exclamaciones de aprobación antes de ir a la segunda pausa.

Natalia Horecna (coreografía, escenografía y vestuario) vá más allá aún en la claridad y profundidad de sus cuadros. En su obra “Wounded Angel“ cuenta, valiéndose del teatro-danza, la historia de un hombre (sobresaliente Marcos Menha) que lidia con sus pulsiones para reconciliarse con su “yo“, convertido en un ángel caído (magnífica Yuko Kato).

En su egolatría, narcisismo y ambición desmedida el individuo aspira a llegar a lo más alto, no importa cómo, los escrúpulos no cuentan para él (toda coincidencia con el estudio psicológico del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según el cual éste puede representar un peligro para la civilización, no es pura casualidad). Para ello, una resplandeciente escalera con altos peldaños de color blanco, intensamente alumbrada (iluminación Thomas Diek) y dispuesta sobre el lado derecho del escenario, parece llegar al cielo.

Horecna se sirve asimismo de sugestivos fragmentos de diversas obras musicales: la introducción orquestal (que representa el caos de la gran ciudad), así como los dos primeros cuadros del ballet- pantomima expresionista “El mandarín maravilloso“ de Béla Bartók ; “The Goat“, “We All Scream Truck!, “Hiccup“ y “Angel rises“ del Duo Probosci (excelentes el violinista Timba Harris y el guitarrista Gyan Riley; algunos pasajes evocan bellas danzas eslavas); Número IV “Langsam“, de las “Cuatro piezas para clarinete y piano“, opus 5, de Alban Berg (maravillosos el clarinetista Wolfgang Esch y el pianista Wolfgang Wiechert); y “Passacaglia givrée“ de “La Neige est blanche mais l’eau est noire“, de Denys Bouliane.

A sus bailarines, la coreógrafa nacida en Bratislava, los viste con atuendos que me recuerdan al ballet experimental “Triadisches Ballett“ (1922) de Oskar Schlemmer (pintor, escultor y diseñador vinculado a la Escuela de la “Bauhaus“), convirtiéndolos en esculturas vivas, como si formaran parte de la escenografía (realización escénica Mario Ilsanker y Darko Petrovic). Sobre sus disfraces rezan inscripciones como “miedo“, “celos“, “fe“, “inseguridad“, “victimismo“, “riqueza“, “vanidad“, “éxito“ y “el ego“.

Al principio todo parece una astracanada, pero Horecna muestra gran refinamiento en el lenguaje corporal y en las alegorías que presenta (seria y solventemente fundamentadas en la psicología y el psicoanálisis), deslumbrando a la platea. Su “Wounded Angel“ permanecerá imborrable en la memoria de los espectadores que ovacionaron durante largos minutos a la coreógrafa, a la compañía, a los solistas, a la orquesta y a su director invitado.

Sábado 14/01/2017. Teatro de la “Deutsche Oper am Rhein“ Düsseldorf. “Ballett am Rhein“ (director Martin Schläpfer).

Concerto Grosso nro. 1“ (estreno mundial) de Remus Şucheană, con música de Alfred Schnittke (“Concerto Grosso nro. 1“. para dos violines, piano, clavecín y cuerdas). Escenografía y vestuario Darko Petrovic. Iluminación Thomas Diek. Solistas Franziska Früh y Dragos Manza (violines), Christian Grifa (piano y clavecín).

Intérpretes:

Ann-Kathrin Adam, Yuko Kato y Marlúcia do Amaral.

Doris Becker, Sabrina Delafield, Sonia Dvorak, Nathalie Guth, Alexandra Inculet, Christina Jaroszewski, Kailey Kaba, So-Yeon Kim, Norma Magalhães, Asuka Morgenstern, Virginia Segarra Vidal, Elisabeta Stanculescu e Irene Vaqueiro.

Rashaen Arts, Brice Asnar, Yoav Bosidan, Rubén Cabaleiro Campo, Odsurena Dagva, Michael Foster, Filipe Frederico, Philip Handschin, Vincent Hoffman, Tomoaki Nakanome, Chidozie Nzerem, Marcus Pei, Friedrich Pohl, Arthur Stashak y Eric White.

Lonesome George“, de Marco Goecke (estrenada el 8 de mayo de 2015 en el Teatro de Duisburgo por la compañía “Ballett am Rhein“ de Düsseldorf y Duisburgo), con música de Dmitri Shostakóvich (“Cuarteto de cuerdas nro. 8“, en do menor, opus 110, en la orquestación de Rudolf Barshái como “Sinfonía de Cámara“). Escenografía y vestuario Michaela Springer. Iluminación Udo Haberland.

Intérpretes:

Marlúcia do Amaral, Camille Andriot, Wun Sze Chan, Mariana Dias y Nathalie Gut.

Michael Foster, Sonny Locsin, Marcos Menha, Bruno Narnhammer, Alban Pinet y Alexandre Simões.

Wounded Angel“, de Natalia Horecna (coreografía, escenografía y vestuario), con música de Béla Bartók (Introduccion orquestal, así como los cuadros 1 y 2 del ballet pantomima “El mandarín maravilloso“), del “Duo Probosci“ (“The Goat“, “We All Scream Truck!, “Hiccup“ y “Angel rises“), de Alban Berg (Nro. IV, “Langsam“ de las “Cuatro piezas para clarinete y piano“, opus 5), y de Denys Bouliane (“Passacaglia givrée“ de “La Neige est blance mais l’eau est noire“). Realización escénica Mario Ilsanker y Darko Petrovic. Iluminación Thomas Diek. “Duo Probosci“ (Timba Harris, violín, y Gyan Riley, guitarra). Solistas Wolfgang Esch (clarinete), Wolfgang Wiechert (piano).

Intérpretes:

Marcos Menha (“The Love“). Yuko Kato (“Wounded Angel“). Camille Andriot (“The Heart“). Rubén Cabaleiro Campo (“Ego“).

The Ego’s 4 elements“: Bruno Narnhammer (“Fear“). Alban Pinet (“Jealousy“), Arthur Stashak (“Insecurity“) y Feline van Dijken (“Poor me syndrome“).

The Heart’s 4 elements“: Virginia Segarra Vidal (“Wealth“), Sonia Dvorak (“Self Love“), So-Yeon Kim (“The Believe“), Alexandre Simôes (“Success“).

The soul’s couple“: Doris Becker y Friedrich Pohl

Düsseldorfer Symphoniker“ (Orquesta Sinfónica de Düsseldorf). Director invitado Jean-Michaël Lavoie. 100% del aforo.

Body Ballet ® - Carolina de Pedro
La correcta danza clásica para adultos.
Danza clásica, elongación y estiramientos.
Desde 2003

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