Por Francisco Manzanera Aparicio.
Tipos, causas, tratamientos y prevención. II Parte
Tratamiento
El tratamiento viene condicionado por el factor desencadenante de la lesión y está orientado siempre y en todo momento a conseguir una rápida recuperación.
Desafortunadamente la gran mayoría de los bailarines es atendido por los servicios sanitarios como si de un individuo normal se tratara no siendo remitidos a especialistas en medicina deportiva, lo cual constituye un grave error de cara a la recuperación.
Así, ante lesiones tan frecuentes como un esguince de tobillo les suelen administrar yesos automáticamente a diestro y siniestro, en ocasiones sin haber bajado el edema y la inflamación, vendajes no funcionales consistentes en momificar el tobillo con una venda elástica que no proporciona ninguna sujeción, tratamiento de 15-20 días mecánicamente… Según Baños, L. (2000), el tratamiento ortopédico clásico anteriormente descrito, tiene una serie de repercusiones negativas para el afectado tales como que:
•Favorece y agrava el edema.
•Provoca una importante rigidez articular.
•Provoca una atrofia muscular y una importante afectación del control neuromotriz y propioceptivo.
•Favorece la formación de adherencias en la cicatrización capsuloligamentosa, que limitan la amplitud articular y provocan dolor a la movilización y carga.
•Inmoviliza la articulación con los desajustes mecánicos provocados en el esguince, de forma que los refuerza en el paso del tiempo y favorece que se perpetúen por la formación de adherencias.
Otros estudios científicos de Klein y Col. han concluido con una reflexión común: la inmovilización fue tomada como causa de los pobres resultados en el tratamiento de los esguinces de tobillo (Leanderson, J. & Cols., 1996).
¿Qué se debe hacer entonces ante una situación de emergencia como ocurría con el anteriormente citado esguince de tobillo? En primer lugar habrá que cerciorarse de la integridad de todos y cada uno de los componentes de la articulación con el fin de descartar fracturas. Una vez seguros de que articulación conserva su integridad se empezará inmediatamente el tratamiento con lo que los americanos gustan denominar “RICE” (rest, ice, compression, elevation) o traducido al español: reposo, hielo, compresión y elevación.
Veamos una por una cada fase:
- Reposo: El reposo es necesario. Evitar al máximo actividades que puedan causar dolor o inflamación. Los ejercicios de movilidad activa quedan aplazados hasta la desaparición del dolor con el fin de evitar o aumentar la posibilidad de recaída. Si se podrán realizar de forma pasiva por el terapeuta.
- Hielo: El hielo es el más efectivo, seguro y barato método de ayuda en lesiones traumáticas. La aplicación de hielo disminuye la sensación de dolor, así como la afluencia de sangre en la zona. Igualmente efectivo contra la inflamación se recomienda aplicar hielo lo antes posible y en las siguientes 48 a 72 horas en intervalos de 2 horas. Asegúrate de proteger bien tu piel del contacto directo con el hielo y evita que la aplicación sobrepase los 15 minutos.
- Compresión: Con el fin de evitar y reducir el derrame interno es conveniente practicar un vendaje compresivo de la zona teniendo sumo cuidado de no aplicar demasiada presión al realizarlo. Será conveniente la sustitución del vendaje cada 12 horas con el fin de movilizar el excedente de líquidos producidos por la inflamación.
- Elevación: La elevación del miembro afectado reduce la inflamación favoreciendo el retorno venoso y con ello la eliminación de productos de desecho consecuencia del derrame.
Tras estas primeras 48 a 72 horas se comenzará el trabajo de drenaje manual y se cambiará el vendaje compresivo por un vendaje funcional con el fin de bloquear la articulación exclusivamente en la dirección en la cual se produjo la lesión.
Una semana más tarde con la inflamación casi inexistente y sin dolor se podrá empezar el trabajo propioceptivo orientado a recuperar la cápsula y los ligamentos dejando para la fase final el trabajo muscular y la reeducación específica para la danza. En total, y para un esguince de 2º grado podría bastar con 15 días dependiendo siempre de la evolución de la lesión y aún así habremos ganado todo el tiempo de inmovilización que propone el tratamiento clásico ortopédico.
Con respecto a la ingesta de antiinflamatorios y analgésicos con el fin de acelerar el proceso de recuperación, se observa que debido a que los bailarines sufren frecuentemente dolor y dada la exigencia y motivación personal del bailarín profesional, es frecuente que se consuman, sin asesoramiento médico, grandes dosis de analgésicos.
Esta costumbre, arraigada en bailarines y deportistas profesionales, tiene potencialmente consecuencias. Si el analgésico es efectivo y elimina parcial o totalmente el dolor, la consulta a su médico puede retrasarse y con ello, el diagnóstico y el tratamiento final de su afección.
A su vez, la automedicación indiscriminada, errática y no regulada, predispone a sufrir los efectos colaterales indeseables de los medicamentos, razón por la cual se desaconseja cualquier intento de automedicación reservando la decisión al médico especialista.
Prevención
En el apartado de prevención volveremos a fijarnos muy de cerca en lo anteriormente expuesto en el apartado orígenes de la lesión. Tal y como se había comentado, mismo en las lesiones traumáticas existía ya en el bailarín el factor desencadenante bajo forma de desequilibrio: un pie con tendencia a la supinación presentará muchas más posibilidades de sufrir un esguince lateral externo que un pie plano. Y son éstos desequilibrios funcionales los que van mostrar al terapeuta las potenciales zonas de lesión.
El examen visual del sujeto revelará todas las asimetrías, tensiones o limitaciones de las que dependerá la capacidad del bailarín para aplicar correctamente la técnica: escápulas aladas, piernas arqueadas, escoliosis, juanetes, pie valgo, rodillas en hiperextensión, lordosis lumbar excesiva…las cuales serán más tarde corroboradas durante el examen dinámico articular.
Una vez confeccionado el patrón postural adoptado por el artista se puede empezar con la prevención y el primer paso es darle a conocer las conclusiones obtenidas tras el examen visual y dinámico. El bailarín ha de conocer y comprender la línea de trabajo que se va a diseñar con el fin de que sea aplicada lo más correctamente posible y ésta, debe estar estrechamente relacionada con la técnica de ballet, de ahí la importancia de contar con terapeutas especializados en danza.
El trabajo ha de ser lento y cuidadoso, sin forzar, respetando al máximo la fisiología muscular y articular, será realizado en series cortas de entre 8 y 10 repeticiones y contará siempre y en todo momento con la asistencia del terapeuta que velará por la correcta posición del cuerpo durante la realización del ejercicio corrigiendo aquéllos aspectos que considere necesario.
La estrategia diseñada tendrá como objetivo el reencuentro con el cuerpo, el control del movimiento y el despertar del letargo artístico en el que se encontraba sumido preocupado más por su incapacidad para resolver el problema que por la evolución de su expresión artística.
(*) Lesiones específicas.
• Esguince del ligamento lateral externo del tobillo
• Rotura del ligamento lateral externo del tobillo
• Esguince del ligamento lateral interno del tobillo
• Esguinces crónicos de los ligamentos lateral y medial del tobillo
• Esguince capsular anterior del tobillo
• Fractura del maléolo externo
• Fractura del maléolo medial
• Fractura osteocondral de la cápsula astraglina
• Tendinitis del tendón de Aquiles
• Rotura del tendón de Aquiles
• Bursitis del tendón de Aquiles
• Hueso trígono y tubérculo posterior del astrágalo agrandado
• Tendinitis y tenosinovitis del flexor largo propio del dedo gordo
• Tendinitis y tenosinovitis del flexor largo propio del dedo gordo
• Tendinitis del extensor largo propio del dedo gordo
• Fracturas por sobrecarga de los metatarsianos
• Osteocondritis de la cabeza del 2do o del 3er metatarsianos
• Distensión de la fascia plantar
• Distensiones capsulares de la 1ª articulación metatarsofalángica
• Sesamoiditis
• Hallux valgus y juanetes
• Hallux rigidus
• Uña incarnata
• Callos y durezas
• Espolones varios, áreas de calcificación, etc.
• Fracturas por sobrecarga del peroné
• Fracturas por sobrecarga de la tibia
• Desgarros de los músculos de la pantorrilla
• Dolor en la parte anterior de la rodilla
• Distensiones capsulares de la rodilla
• Lesión del ligamento lateral interno de la rodilla
• Lesión del ligamento lateral externo de la rodilla
• Lesiones de los ligamentos cruzados de la rodilla
• Afectación del menisco interno de la rodilla
• Afectación del menisco externo de la rodilla
• Roturas del tendón del cuádriceps, del tendón rotuliano y fractura de la rótula
• Distensiones y desgarros del músculo cuádriceps
• Distensiones y desgarros de los músculos aductores
• Distensiones inguinales
• Distensiones y desgarros de los músculos isquiotibiales
• Resalte de la cadera
• Bursitis glútea
• Dolor de nalgas
• Distensiones y luxaciones sacroilíacas
• Dolor en la región sacroilíaca
• Afectación del ligamento interespinoso
• Sobrecarga de las carillas articulares
• Prolapso discal lumbar
• Fracturas por sobrecarga de las vértebras lumbares
• Dolor en la zona vertebral dorsal y superior
• Tortícolis aguda
• Problemas del hombro y el brazo
Ver Primera Parte de Lesiones en la Danza
Por Francisco Manzanera Aparicio
Osteópata Diplomado
C/Montera,34 3º PTA 8. 28013 Madrid.
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