Le portrait de Manon, ópera cómica en un acto y diez escenas de Jules Massenet, con libreto de Georges Boyer, fue estrenada en la Opéra Comique de París en 1894, el mismo teatro donde había triunfado diez años antes Manon, la ópera que había dado más prestigio y dinero al compositor, y que había seguido una brillante carrera por toda Francia, Europa y América
El argumento no utiliza ningún elemento de la novela del abbé Prévost, ya que la acción se centra en la figura de Des Grieux muchos años después del trágico fin de Manon, cuando tiene ya cincuenta años, viviendo en un austero palacio de una provincia francesa.
Grand Teatre del Liceu – BCN
El argumento no utiliza ningún elemento de la novela del abbé Prévost, ya que la acción se centra en la figura de Des Grieux muchos años después del trágico fin de Manon, cuando tiene ya cincuenta años, viviendo en un austero palacio de una provincia francesa.

El breve preludio está construido totalmente sobre el motivo de la famosa aria «Ah, fuyez douce image», que canta el protagonista de la ópera Manon en el segundo cuadro del tercer acto, en el locutorio del seminario de Saint-Sulpice, motivo que recorre toda la partitura.
En la primera escena, un Des Grieux envejecido y amargado, escucha un bello coro de campesinas que desde el exterior cantan al amor, entre las que destaca la voz de Aurore. Las ingenuas canciones le recuerdan a su amada Manon, sobre todo la de los momentos más tiernos, cuando se conocieron, y siente una profunda nostalgia.
La segunda escena nos lleva al diálogo entre Des Grieux y el vizconde Jean de Morcerf, evidenciándose la gran ternura que el tutor siente por el jovencísimo ahijado, que cuenta sólo dieciséis años, y aún más cuando éste le confiesa ingenuamente estar enamorado. El muchacho es un personaje travestido, interpretado por una mezzosoprano, como el Cherubino de Le nozze de Figaro de Mozart. Pero cuando Des Grieux conoce la identidad de la joven a quien Jean ama, Aurore, reacciona muy negativamente y se opone con firmeza a un casamiento desigual por las condiciones sociales de la joven.

La tercera escena nos da a conocer a Tiberge, hombre erudito y con sentido del humor, amigo devoto de Des Grieux, con quien comparte muchos recuerdos. Tiberge evoca de nuevo a Manon, algo que irrita al antiguo amante, que desea mantener ocultos sus sentimientos, y aprovecha el momento para plantear las bodas de su pupila Aurore con Jean. Des Grieux reafirma su negativa per la falta de linaje ilustre de la muchacha y se va malhumorado.
Aparecen en la cuarta escena los dos jóvenes amantes rebosantes de alegría e ilusión. Tiberge les anuncia el fracaso de su propuesta, pero no se da por vencido y promete intentar por todos los medios resolver el asunto. En una escena de aparente ingenuidad y buena dosis de ironía, los jóvenes enamorados afirman no poder seguir viviendo separados y contemplan la mejor manera de suicidarse juntos sin lograr encontrarla, pero muy pronto pasan a evocar cómo habría sido maravilloso vivir y quererse en unos cantos llenos de ternura y amable erotismo. Cuando Jean persigue a Aurore para robarle un beso, hacen caer el pequeño cofre donde Des Grieux guarda secretamente el retrato de Manon que ha contemplado en el momento lírico de nostalgia del principio de la obra. Quedan admirados por la belleza de Manon y en la breve escena siguiente aparece Tiberge, que ha vuelto a fracasar en sus intentos, pero que al ver la miniatura tiene una idea brillante y se lleva consigo a Aurore.
Jean queda solo y desanimado y recibe una dura reconvención de Des Grieux, que lo reprende por haberse atrevido a llevar a su amada ante él y decide castigarlo severamente y alejarlo de su lado. Cae la noche y la escena queda sola, tenuemente iluminada, bajo la claridad de la luna al fondo.
La penúltima escena se inicia en este escenario melancólico con un monólogo de Des Grieux, que se siente culpable del sufrimiento de su ahijado, pero quiere creer que lo hace con las mejores intenciones, para evitar que se repita su triste historia y que el amor, que engaña los sentidos y obnubila la mente, no le conlleve las mismas desgracias que él tuvo que sufrir. Decide explicar la verdad de su historia al muchacho y pone a Manon como testigo de su pesimista razonamiento.

Aparece ahora, en el ventanal del jardín, Aurore, vestida como el retrato de Manon –el vestido del primer acto de la ópera– mostrando su increíble parecido con la protagonista (en realidad es hija del sargento Lescaut y, por tanto, sobrina de la heroína), fruto de la brillante idea de Tiberge. Des Grieux queda trastornado mientras ella canta un apasionado himno a la felicidad en la tierra que representa el amor. La severidad de Des Grieux desaparece y el recuerdo apasionado de Manon le lleva a la decisión de unir a los dos jóvenes.
En las dos últimas escenas escena Des Grieux anuncia a Jean y Aurore su bendición, los jóvenes se muestran muy agradecidos, Tiberge explica los motivos del parecido de la joven con Manon y cómo él la adoptó a la muerte del sargento, y los dos hombres contemplan emocionados la felicidad de los dos enamorados.
Grand Teatre del Liceu – BCN
Selección Fotográfica Danza Ballet
Música y Ópera en Danza Ballet
Ópera La voz humana de Francis Poulenc
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