Ópera Sansón y Dalila hecha trizas en Berlín

Negros y amenazantes nubarrones se perfilan a lo lejos en el horizonte esta tarde primaveral y todavía soleada del domingo 15 de mayo, mientras el público ingresa a la Deutsche Oper de Berlín para presenciar el estreno de la nueva producción de «Sansón y Dalila», con puesta del británico Patrick Kinmonth y dirección musical del francés Alain Altinoglu.

Los espectadores que abarrotan completamente la sala ni siquiera sospechan que otra densa tormenta se está gestando sobre el escenario, detrás del telón, aún sin abrir, cuando la Orquesta de la Deutsche Oper ejecuta brillantemente los primeros acordes de esta música compuesta por Camille Saint-Saens.

Tras la breve obertura, profunda e intimista, se corre la cortina y aparece en escena el coro (muy bien preparado por William Spaulding) reunido en el andén de una estación ferroviaria. Kinmonth ambienta esta historia bíblica (del 1150 AC) en la época de la Comuna de París (1871), en medio de cuyo convulsionado período político-social (pre y postguerra franco-prusiana, 1870-1871) fue escrita esta pieza (1868-1877) en estilo oratorio. Fue el libretista Ferdinand Lemaire quien convenció finalmente a Saint-Saens de que la obra tenía suficiente miga como para ser llevada al teatro.

Todavía humeaban las armas y la sangre derramada apenas se había secado cuando «Sansón y Dalila» fue estrenada mundialmente el 2 de diciembre de 1877 en el Teatro de la Corte del Gran Ducado (hoy Teatro Nacional) de Weimar, el mismo que dirigiera Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) entre 1791 y 1817, en el que Friedrich von Schiller (1759-1805) pusiera en escena y estrenara varias de sus obras desde 1799, y del que Franz Liszt (1811-1886) era entonces su director artístico.

En Francia la pieza tenía que vencer muchas resistencias para abordar un tema bíblico en la ópera y el estreno tuvo lugar 13 años después, en 1890, a orillas del Sena, pero no en París, sino en una ciudad de provincia, Ruán, capital de la Alta Normandía.
 

Ópera Sansón y Dalila hecha trizas en Berlín

Ópera Sansón y Dalila hecha trizas en Berlín

Barbara Aumüller im Auftrag der DEUTSCHEN OPER BERLIN

Uno podría pensar que Kinmonth se propone aprovechar, al menos, metafóricamente las actuales revueltas del norte de Africa para establecer paralelismos con el alzamiento de los hebreos contra los filisteos relatados en el Libro de los Jueces, en el de los Proverbios, en de los Salmos y en el Cantar de los Cantares.

Pero no. Nos equivocamos. Lo que este escenógrafo, vestuarista y jefe de información de una conocida revista de modas venido a director de escena se propone es algo mucho más simple: mostrar sus supuestas habilidades como decorador, desperdiciando mezquinamente una inmejorable oportunidad para actualizar esta obra sobre un tema tan universal como la lucha de un pueblo oprimido contra su opresor.

Kinmonth mezcla además, sin ningún sentido e injustificadamente, estampas del siglo XIX (Sansón vestido de frac y Dalila con una sombrilla en una escena sobre la hierba) que evocan las de los lienzos impresionistas de Claude Monet (1840-1926) o de Pierre-Auguste Renoir (1841-1919), con las del Holocausto del siglo XX (trenes de carga que transportan judíos a los campos de exterminio nazis).

El craso error de apreciación, pésimo gusto y la falta de sensibilidad le cuestan a Kinmonth abucheos y rechiflas inmisericordes desde que cae por primera vez el telón antes del intervalo hasta el final, sin que la excelente actuación de la estupenda mezzosoprano búlgara Vesselina Kasarova (una Dalila con bellísimos matices en la voz) y del brillante tenor argentino José Cura (un Sansón de enorme fuerza dramática y sonora) pueda hacer nada para remediarlo.

Hay ovaciones de pie del público para los cantantes (se les nota incómodos con la puesta), para el director musical Alain Altinoglu y la orquesta (exquisitas cuerdas y maderas), así como para el director del coro William Spaulding. Pero cuando aparecen Kinmonth y Darko Petrovic (co-vestuarista) para agradecer y despedirse, los abucheos y la rechifla alcanzan un estruendo inusitado para este escenario. En resumen, una producción más para escuchar que para ver.


Berlín, 15/05/2011
Teatro Deutsche Oper Berlin.
«Sansón y Dalila», ópera en tres actos de Camille Saint-Saens (1835-1921), con libreto de Ferdinand Lemaire, estrenada el 2 de diciembre de 1877 en el Teatro de la Corte del Gran Ducado (hoy Teatro Nacional) de Weimar.
Orquesta y Coro de la Deutsche Oper Berlin.
Coro preparado por William Spaulding.
Dirección musical Alain Altinoglu.
Dirección escénica Patrick Kinmonth.
Vestuario Patrick Kinmonth y Darko Petrovic.
Iluminación Manfred Voss. I
ntérpretes: Vesselina Kasarova (Dalila), José Cura (Sansón), Laurent Naouri (Sumo Sacerdote de Dagón), Jörn Schümann (Abimélech), Ante Jerkunica (anciano hebreo), Clemens Bieber (mensajero de guerra de los filisteos), Peter Maus (primer filisteo), Sergio Vitale (segundo filisteo), David Hoffmann (niño), Katharina Sato (niñera).
100% del aforo.
 

 Ópera Sansón y Dalila hecha trizas en Berlín

Barbara Aumüller im Auftrag der DEUTSCHEN OPER BERLIN

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