El coreógrafo y bailarín italiano Jacopo Godani, director de la “Dresden Frankfurt Dance Company“, sucesora de la “The Forsythe Company“, de William Forsythe, ha convocado en diciembre (hasta el día 10) a una nueva velada de ballet en la histórica Festspielhaus de Hellerau (hoy barrio periférico de Dresde) con tres diferentes obras (por este orden): “Moto perpetuo“, “Echoes of a restless soul“ y “Metamorphers». Es aquí en esta Casa del Festival de Hellerau donde se evoca el nacimiento a comienzos del siglo XX de uno de los movimientos vanguardistas que llevaron al “Ausdruckstanz“, pilar entre diversos pilares de la danza moderna.
Godani, quien ha trabajado durante muchos años con Forsythe, pero ha buscado desprenderse (con éxito) de este genial creador para desarrollar su propio estilo, ha consolidado ya el rumbo de la compañía que cuenta en su dirección con la destacada bailarina española Luisa Sancho Escanero, responsable de la coordinación artística y dramaturgia. La Dresden Frankfurt Dance Company sigue una línea neoclásica de figuras y movimientos vertiginosos, arriesgados que exigen muy buenas condiciones físicas a los bailarines, aunque sin abordar (al menos en esta velada) el relato de ninguna historia determinada ni destacar caracteres específicos en particular.
El espectáculo fue muy bien recibido y con mucho entusiasmo por el público, tanto en Frankfurt (en el escenario del “Bockenheimer Depot“), donde se realizó a finales de noviembre, como aquí en Dresde. La escenografía, la iluminación y el vestuario corren asimismo por cuenta de Godani en las tres piezas.
Hay mucha energía, intensidad, acción, firmeza, exactitud y hasta precisión matemática en “Moto perpetuo“ (de 25 minutos de duración), con la música electrónica de “48nord“ ( Ulrich Müller y Siegfried Rössert) que desencadena todo el ardor de la obra. Es quizás una de las mejores coreografías del director italiano, quien apuesta aquí por una danza que asombra, impresiona a la platea (excelentes todos los bailarines en las secuencias y ritmo) desde el primer instante.
En la nueva producción “Echoes from a restless soul“ los elementos coreográficos se concatenan con las imágenes musicales de “Gaspard de la nuit“ (“Ondine“ y “Le Gibet“) de Maurice Ravel (1875 – 1937) desplegadas por la pianista Rusla Bezbrozh. Dos parejas intervienen aquí, hay mucho dorado en su vestuario, todo parece de un gusto muy exquisito. En los “pas de deux“ y en los “pas de quatre“ los bailarines no tienen ningún momento de descanso con las múltiples figuras y piruetas que deben absolver (ellas con puntas).
Godani coopera por primera vez aquí con el “Ensemble Modern“ (Megumi Kasakawa, viola; Michael M.Kasper, violonchelo; Jagdish Mistry y (el español) Diego Ramos Rodríguez, violines) que interpreta esta tarde el “Cuarteto para cuerdas número 4“ Béla Bartok, la música de la tercera pieza, “Metamorphers“, una coreografía que exige rudeza, violencia y severidad al conjunto de bailarines.
Vestidos con sus atuendos de entrenamiento forman un cuerpo áspero con múltiples miembros; los codos se expanden con amplitud y las piernas parecen acuchillar el aire. Súbitamente se detienen los movimientos por algunos instantes, para continuar después con más ímpetu, refinamiento artístico e incesante velocidad.
El espectador tiene la sensación de que algo maravilloso, fascinante está pasando raudamente ante sus ojos, con preciosos y originales movimientos, pero sin que puede desacelerarlos para disfrutar de ellos en una contemplación extática al menos por dos segundos.
Hellerau (Dresde), domingo 02/12/2016. Gran sala auditorio de la “Festspielhaus“ (Casa del Festival) de Hellerau. Velada de ballet de la Dresden Frankfurt Dance Company, dirigida por Jacopo Godani. Música de 48nord (Ulrich Müller y Siegfried Rössert) // Maurice Ravel, Ondine y Le Gibet, de Gaspard de la Nuit, interpretada en vivo por Ruslan Bezbrozh // Béla Bartók, “Cuarteto para cuerdas número 4“) ejecutado en vivo por el “Ensemble Modern“. Iluminación, escenografía y vestuario Jacopo Godani. En cooperación con el “Ensemble Modern“. Una cooproducción de la Dresden Frankfurt Dance Company con el Teatro Arriaga de Bilbao.