En el Mercat de les Flors, el cartel de «no hay localidades» ha demostrado el gran interés, la admiración y fascinación que el público posee por la compañía de danza más respetada de España.
‘Alas’, ballet basado en el filme ‘El cielo sobre Berlín’, de Wim Wenders, es un deleite.
Fotografías Yoana Miguel
Un Mercat repleto y con gente fuera tratando de adquirir, sin suerte, una localidad para poder admirar de cerca a la más importante agrupación y a su patriarca: Nacho Duato, el coreógrafo más venerado, controvertido, e incansable egocéntrico. Desde hace dieciocho años, Duato solamente cosecha éxitos por todo el mundo con la CND.
El día anterior a la función, en la rueda de prensa que ofreció en el Mercat, Duato nos comentó: «los diez primeros años fueron para tratar de encontrar una identidad, darse a conocer» y hacerse respetar», metas que a mi entender ha logrado ampliamente.
En “Alas”, interpreta un ángel llamado Damiel quien renuncia a su etérea inmortalidad para vivir como un hombre entre humanos. Baila nuevamente, después de diez años de larga ausencia de los escenarios, acompañado por veinte bailarines – técnica e interpretativamente extraordinarios – de la que, para él es «su compañía».
La coreografía se destaca, sobre todo, por los expresivos movimientos de brazos y los «paso a dos» de sus integrantes. Frente a un ángel Damiel que inspira tristeza y soledad, en un nuevo mundo donde busca su lugar y siente permanentemente «la encrucijada entre el cielo y el infierno, entre el mundo y la verdad, entre el miedo y el amor…» comentó el coreógrafo.
La coreografía, según Nacho Duato, «gira un poco alrededor de la inmortalidad, la soledad y el paso del tiempo». En «Alas» todo está muy integrado y existe una simbiosis natural entre la palabra y la danza. «Cuando estoy hablando, no me siento un actor, sigo siendo un bailarín» – dice Duato, que por cierto se encuentra magnífico a sus 51 años-. Su entrada en el escenario era esperada por todos y su aparición fue espectacular, vestido con un traje negro y descalzo.
El sábado por la noche fui testigo – una vez más- de una hecho que todos reconocemos: Nacho Duato es un hombre de una rotunda belleza. Si, lo es, y sobre todo sabe transmitirla.
El director Tomaz Pandur consiguió que Duato bailara «en el escenario otra vez» ya que le pidió interpretar de ángel en este ballet y el bailarín accedió, según explicó Duato en la rueda de prensa.
«Cuando hice la coreografía no pensaba en que era un ángel sino más bien en alguien un poco marginado que trata de meterse en la sociedad» comentó Duato, aunque agrego y dejó bien en claro que «realmente quienes bailan son sus bailarines a los que adora» mientras que él solamente conduce la obra, «soy el hilo conductor, el protagonista, pero los que bailan son fundamentalmente mis bailarines, una veintena; yo apoyo, estoy ahí. El ángel tenía que ser alguien más mayor, con más presencia. Pladur, era un fan mío, que tenía mis vídeos, creó la pieza para mí, pensando en mí, para verme en el escenario, y la he coreografiado yo a mi medida: ¡y cómo no voy a estar bien!».
Duato deleita sobre el escenario, no sólo con sus movimientos, sino con cinco monólogos de Peter Handke (Austria, 1942 poeta, guionista y novelista). Suma e inspira mágicamente la música de Pedro Alcalde y Sergio Caballero, además de piezas de Massenet, Pawel Szymansky, Arvo Pärt y Fuckhead.
«Alas» se estrenó el 28 de abril de 2006 en el Palacio de Festivales de Cantabria.
Oportuna y realista fue la respuesta que brindó Duato sobre las diferentes nacionalidades de sus bailarines, ya que la CND tiene un mayor porcentaje de artistas españoles, pero muchos son de diversas partes del mundo, dato que para el coreógrafo «no tiene ninguna importancia. “Cuando llegan no les pregunto ni de dónde vienen, ni cómo se llaman, ni dónde han aprendido, sólo veo su trabajo, si les gusta bailar y si son generosos…»
Recita, a veces mientras baila, pasajes de la película «Cielo sobre Berlín» (Der Himmel über Berlin) conocida también en español como “Las alas del deseo”. Todos los poemas son de Peter Hanke.
Fragmento de “Las alas del deseo”
» Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado, y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía ninguna costumbre, se sentaba en cuclillas, tenía un remolino en el cabello y no ponía caras cuando lo fotografiaban (…)”
«Alas es un espectáculo de fusión, que toma elementos de la danza y del teatro para crear algo distinto, porque ya pasaron los tiempos en los que el ballet era sólo ballet, el teatro sólo teatro y la ópera sólo ópera», comenta el director de escena Tomaz Pandur. De origen esloveno, Pandur sin duda acertó en cada una de las elecciones de sus protagonistas, y sobre todo, acertó en el espacio escénico creado en donde transcurre la obra.
“Alas” nos transporta, desde el escenario etéreo hacia lo tangible, lo físico, para nuevamente conducirnos ante la presencia de lo volátil, lo frágil y lo sutil.
Pandur dio el salto al estrellato en España en 1990 y actualmente está considerado como uno de los creadores escénicos contemporáneos más importantes y vanguardistas de su generación.
Al finalizar la rueda de prensa, Duato explicó lo que todos ya sabemos «la danza esta muy poco considerada en este país, pero…” puntualizó «no en este teatro”, refiriéndose al Mercat de les Flors, que desde 2007 se convirtió en un gran centro de difusión de la danza para toda España, “…y mucho menos en Cataluña» , prosiguió, dónde por suerte, para todos nosotros, se presentará en la próxima temporada del prestigiosos Teatre Liceu.
Deslumbra la escena final de “Alas”, en donde la CND baila sobre el escenario cubierto de agua.
Fragmente de Der Himmel über Berlin: www.epdlp.com
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